La pandemia del coronavirus que está afectando a todo el mundo podría tener un papel crucial en el desarrollo de la temporada 2020 de MotoGP. No solo porque las cuatro primeras carreras del año hayan sido suspendidas o directamente canceladas, sino porque cuando las motos se vuelvan a poner en marcha en Jerez podemos estar ante una realidad bien diferente a la de pretemporada.
Mientras que en Europa la limitación de movimientos es total, en Japón el virus ha afectado relativamente poco. Las restricciones son escasas y se puede trabajar sin demasiado problema. Tanto que Honda, Yamaha y Suzuki parece que siguen desarrollando sus motos de MotoGP con pruebas en circuito.
La Fórmula 1 anunció que cerraba todas sus fábricas para evitar esto
Es de lo que se lamentan principalmente en Italia. Allí la situación es bien distinta. No se puede salir a la calle. Ducati y Aprilia están teletrabajando a duras penas mientras les llegan noticias de que en Japón sus rivales no paran de dar vueltas a sus circuitos privados con los pilotos probadores locales que tienen en plantilla.
En Ducati parece que la situación es otra. Los ingenieros están obligados a trabajar desde casa, Gigi Dall'Igna incluido, y de hecho han cerrado toda su producción en Borgo Panigale por motivos de seguridad. Todo el trabajo en el túnel del viento, las pruebas de piezas de proveedores externos o la creación de prototipos quedan en el limbo. Mientras, en Japón prueban.
Por su parte Aprilia también está pagando, quizá más que ninguna otra marca, el parón. Su nueva RS-GP nació muy bien, pero ahora no se le está pudiendo dar el mimo necesario en su desarrollo, y tampoco se están cortando los problemas de fiabilidad que sí que pareció tener en Catar. En Noale temen que la Aprilia RS-GP acabe frustrada por el coronavirus.
La misma situación vive KTM, ya que en Austria las restricciones también son totales. De hecho, MotoGP corre el riesgo de que la desigualdad se vuelva a hacer muy grande por el coronavirus, debido a que sus dos marcas más débiles, Aprilia y KTM, están atrapadas en la pandemia. Ellas no pueden probar y mejorar, mientras que todas las demás salvo Ducati lo hacen.
Llegados a este punto la pregunta surge sola: ¿Por qué MotoGP no paraliza el desarrollo de las motos? En Italia lamentan que no aprovechasen el Gran Premio de Catar, cuando todavía las motos estaban allí, para sellar los motores. Probablemente no se contempló que la situación llegaría a estos extremos.
F1's summer shutdown is brought forward and extended
— Formula 1 (@F1) March 18, 2020
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Ayer mismo, la Fórmula 1 anunció que cerraba oficialmente las fábricas de todos sus equipos durante 21 días. Avanzaban así el parón de vacaciones, dejando libre el mes de agosto para recuperar carreras y, sobre todo, impedían que las marcas japonesas o británicas tomasen ventaja sobre, por ejemplo, Ferrari. Veremos si MotoGP tiene potestad para ir por el mismo camino.
Estaba previsto un test en Jerez con KTM, Aprilia, Suzuki y Honda, pero lógicamente ha sido cancelado. Todas las marcas japonesas tienen su equipo de pruebas europeo, ahora también Yamaha con la presencia de Jorge Lorenzo, pero también tienen otro en Japón. Y ese está funcionando a desgajo durante la cuarentena europea.
Incluso se rumorea que el propio Lorenzo voló a Japón para hacer una prueba con Katsuyuki Nakasuga, el probador nipón de Yamaha. Aunque si eso sucedió debió ser hace ya un tiempo, porque el pentacampeón del mundo nos está mostrando su cuarentena en Dubai y el tránsito internacional de personas españolas no está pasando por su mejor momento.
Lo que está claro es que lo visto en pretemporada puede no servir para nada. Allí había dos equipos que estaban por delante del resto: Yamaha y Suzuki. Sí, son dos marcas japonesas que ahora pueden seguir aumentando su ventaja, pero que también ven como a su lado crece el ogro dormido, Honda.
Además, en Ducati lamentan que los japoneses están pudiendo copiar su configuración aerodinámica, sus novedades, como el nuevo uso del 'holeshot', sin que haya carreras que vayan otorgándole cierta ventaja a los de Borgo Panigale. La situación es muy complicada en todos los sentidos, pero el agravio comparativo parece obvio.
Honda puede ser la gran beneficiada del parón
Caso aparte es la situación de Honda, quizá la gran beneficiada de todo esto dentro del paddock de MotoGP. Por varios motivos. El primero, que Marc Márquez se está pudiendo recuperar plenamente de su lesión en el hombro. Durante la pretemporada por momentos pareció que el campeón había entrado en crisis físicamente, pero el coronavirus ha venido a rescatarle.
Quien sin duda estaba en crisis era Honda, que parecía ser directamente la peor moto de la parrilla. En los últimos días ya probaron a la desesperada con piezas incluso de 2017 y de todos los años posteriores. No parecía que hubiese arreglo, pero ahora se lo van a poder tomar con más calma, entender los nuevos neumáticos Michelin y progresar mientras sus rivales están de cuarentena.
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