Si hay una marca que es la que más está afectando al desarrollo del mercado de MotoGP esa es sin duda KTM. No solo porque planean una renovación profunda en su alineación, sino porque está reteniendo, como ya es marca de la casa, a los pilotos que no quieren seguir vestidos de naranja. De hecho, en 2023 podrían ser una cárcel para más de un piloto.
La estructura oficial de KTM ya tiene pareja confirmada: Brad Binder y Jack Miller serán los pilotos de fábrica de la marca austriaca. Pero en el Tech3 todavía hay un baile importante que podría dejar a algún joven prometedor, como son los casos de Raúl Fernández y Remy Gardner, viendo las carreras por la tele en 2023.
Si Miguel Oliveira acepta seguir en KTM dejará sin hueco a Remy Gardner
Jack Miller ha sido el fichaje estrella de KTM, en un sorprendente movimiento que dejará fuera de la estructura oficial a Miguel Oliveira para hacerle hueco a un piloto que en más años y con mejores motos ha ganado menos carreras que el portugués. Además ha firmado hasta 2024, lo que cierra cualquier hueco en el equipo oficial para Pedro Acosta.
Ahora el interés se centra en el Tech3, que podría dejar de tener esa denominación de cara a la próxima temporada. KTM pretende fortalecer su equipo satélite, hacer de él prácticamente un equipo B al más puro estilo Red Bull con Alpha Tauri en la Fórmula 1. Y que entre GasGas a dar nombre al proyecto aún no está descartado.
Sea como fuere, KTM ha tomado la decisión de que en el Tech3 haya dos pilotos experimentados y con conocimientos en la moto, ya que toca desarrollar una montura que se ha quedado muy estancada desde que perdió las concesiones. Por eso, la llegada de Pol Espargaró al Tech3 está cerrada, aunque no anunciada.
Para la otra moto del Tech3 lo que quiere KTM es a Miguel Oliveira, que en un principio negó rotundamente que fuese a dar tal paso atrás pero ahora se lo está pensando, ya que la oferta económica del Tech3 es mucho mayor que la que tiene de Aprilia para pilotar en el RNF Racing. Habrá que esperar.
Pero si Oliveira acepta significará que Remy Gardner se queda sin moto en KTM, y le tocará buscar en otro lado, quizá en el satélite de Aprilia. Quien lo tiene imposible en cualquier caso es Raúl Fernández, que no tendrá hueco en KTM pero aún así parece que la marca de Mattighofen se quiere encargar de que no pueda seguir con su carrera de piloto en 2023.
KTM tiene una opción unilateral para renovar a Fernández y parece que querrían hacerla efectiva para dejarlo en su casa o, en todo caso, volver a Moto2. Cualquier marca que quiera a Fernández tendría que pagar más de un millón de euros a KTM por él. Lo mismo lo podrían hacer con Gardner, pero en su caso parece que se libraría.