Hace tres años, tras un portentoso Gran Premio de Australia en el que Marc Márquez culminó una era dando una exhibición de pilotaje frente a Maverick Viñales en Phillips Island, escribíamos sobre la insoportable levedad de ser el rival de Márquez. MotoGP ha cambiado mucho desde entonces, el paradigma ahora es otro y hay un nuevo rey: Fabio Quartararo.
El baño de Quartararo en Sachsenring viene a confirmar no solo que va a ganar su segundo mundial en 2022, sino que ya es el mejor piloto de la parrilla de MotoGP y merece un hueco entre los más grandes de la historia. Ser el rival de Fabio Quartararo es ahora la tarea más desagradable de MotoGP, como bien sabe Pecco Bagnaia.
Quartararo brilla en las buenas y brega cuando vienen mal dadas

Desde que el mundial llegó a Europa y Quartararo asumió que su moto es lo que es, no ha habido quien tosa al campeón. Son tres victorias, dos segundos puestos y un cuarto en seis carreras. Si añadimos el podio de Indonesia ya es el piloto que más veces se ha subido al cajón en lo que llevamos de temporada.
"En Austin di un paso adelante. Antes me quejé demasiado. Tal vez, en mi cabeza, pensé demasiado en la velocidad punta, que sabemos que es la más baja. A partir de Austin decidí dejar de pensar en esto. Sabía que tendría esta moto toda la temporada, así que me concentré en hacerlo lo mejor que pude", reconocía Quartararo en Sachsenring.

Más enfocado en el buen paso por curva que le permiten el chasis de su Yamaha y el motor cuatro en línea, además de estos neumáticos, Quartararo comenzó a arrasar. Su estilo de pilotaje comienza a recordar a la mejor versión de martillo y mantequilla con la que Jorge Lorenzo dio años de gloria a Yamaha.
No nos engañemos, solo un milagro podría resucitar este mundial de MotoGP. No solo porque Quartararo tenga ya 34 puntos de ventaja y esté en plena racha, es que además ahora vienen Assen y, después del verano, Silverstone, dos circuitos en los que 'El Diablo' arrasó sin piedad la temporada pasada.

Y es que ahora mismo todo le sale bien a Quartararo. Tanto en Barcelona como en Alemania tenía una misma estrategia: clasificar en primera fila, hacer una gran salida, arriesgar en la primera curva y largarse en solitario. Lo clavó. Que la Yamaha sea una moto incapaz de adelantar no es un obstáculo insuperable.
Lights out for #MotoGP 🚦
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) June 19, 2022
Huge launch from @FabioQ20 who squeezes into first place 🔥#GermanGP 🇩🇪 pic.twitter.com/dcaid9Yb3m
La fortaleza de Quartararo es que si no funciona el plan A no se desespera y se ciñe al plan B. Está empezando a gestionar muy bien cuándo asumir riesgos o cuando conviene más sumar unos buenos puntos. Y es por ahí por donde se está tragando tanto a Bagnaia como a un Aleix Espargaró que en Sachsenring ya reconoció que "Quartararo es más rápido".

Lo mejor de Quartararo es que cuando vienen mal dadas es capaz de reaccionar. Y eso es lo que le está diferenciando de su gran rival de las dos últimas temporadas, Pecco Bagnaia. El de Ducati brilla al mismo nivel que Quartararo cuando tiene todo en orden, pero se desmorona cuando se le tuerce la carrera.
Lo vimos en Sachsenring, con Bagnaia arrastrándose por los suelos tras las primeras vueltas al ver que Quartararo se le escapaba. Pero no es un caso aislado. Sin ir más lejos, en Le Mans se veía con la carrera ganado, pero cuando le llegó Enea Bastianini por detrás para adelantarle se puso nervioso y acabó en el suelo solo un par de curvas después.

En Ducati se han entregado en cuerpo y alma a un Pecco Bagnaia que, por estilo de pilotaje, es el corredor de su armada que mejor se adapta a estos nuevos neumáticos de Michelin que pusieron patas arriba el mundial en 2020. Pero al italiano le sigue faltando mucho carácter para ser un contendiente real al título.
De fondo, sigue resonando la pregunta de qué hubiese sido capaz de hacer Jorge Lorenzo entre 2020 y 2022 con estos neumáticos que favorecen tanto a los pilotos trazadores y esta Ducati que gira tan bien. Sus más fehacientes sucesores, Quartararo y Bagnaia, son ahora los dominadores de MotoGP. Cómo se precipitó Ducati aquella primavera de 2018.
La Márquezdependencia de MotoGP merma el carisma de Quartararo

La eclosión de Quartararo como gran estrella de MotoGP viene de la mano de esa corriente de opinión que dice que los nuevos pilotos no enganchan a la afición. Una verdad a medias en el caso de Quartararo, que tiene su legión de seguidores en Francia, llenó el circuito de Le Mans y está desatando la locura por MotoGP en el país vecino.
Pero para que Quartararo, y el resto de pilotos de la nueva generación, comiencen a enganchar quizá estaría bien que se dejase de minusvalorar sus triunfos comparándolos con otros pilotos de la historia. Empezando por el propio Quartararo, que dijo que "no es lo mismo ganar en Sachsenring sin Márquez en pista".

Misma línea en la que fue Bagnaia en declaraciones previas al Gran Premio. El fantasma de Marc Márquez sobrevoló sobre todo el evento sin estar ni siquiera en él. Fue el nombre más mencionado. ¿Qué hubiese sido del carisma del propio Márquez si durante las temporadas 2013 y 2014 el nombre más mencionado hubiese sido el de Casey Stoner?
"Marc Márquez ha ganado el mundial, que ganas de ver si lo hace con Stoner en pista". Es una frase que afortunadamente nunca se dio. Hubiese minimizado el mérito del campeón español como se minimiza ahora el de Quartararo. Merman su carisma. Y no debería, porque Quartararo es ya por derecho propio un mito del MotoGP.
Ver 7 comentarios
7 comentarios
cortomal
Tengo que poner en duda eso de que sea uno de los grandes de la historia.
Como se suele decir uno es tan grande como lo son sus enemigos y este chaval corre contra su sombra, no hay nadie que le medio acerque, lo que por un lado habla bien de Fabio, pero no recuerdo haberle visto ganar una carrera cuerpo a cuerpo en la última vuelta y por otro no hay mas que mirar a sus rivales:
Bagnaia que es rápido pero muy frágil, Zarco que no ha ganado una carrera de MotoGP aun, Espargaró que ganó por primera vez en su vida hace un mes.
Su compañero Morbidelli está haciendo el ridiculo y luchando por conseguir un punto.
Miller que un dia hace podio y otro queda decimo, Bastianini lo mismo, Martín lo mismo, Rins se cae por defecto, Mir no tiene moto, Marquez está roto, Honda no está, KTM no está,...
Se va poner con dos mundiales igualando al mítico Stoner, un talento sobrehumano que se bregó contra Rossi, Lorenzo, Pedrosa,... Honestamente cada una de las victorias de estos tios vale por cinco de las que se consiguen hoy en día.
A Marquez que es el mayor talento que he visto en mi vida, le he visto partirse la cara muuchas veces hasta la linea de meta contra Lorenzo, Rossi, Pedrosa y Dovizioso, a este chaval no le he visto sudar contra nadie.
Lo siento, es bueno y me cae bien, pero hasta que Quartararo no se enfrente a gente competente para mi es un campeón de palo como Hayden, Roberts Jr. o Mir.
Usuario desactivado
No se, eso de que ya ha ganado el mundial... Le lleva 34 puntos a Espargaró y quedan 250 puntos por jugarse. Cosas más difíciles se han visto. Vale que lo tiene bastante atado y que los rivales no están a la altura hasta ahora pero me parece muy precipitado. Vender la piel del oso antes de cazarlo y tal no creo que sea la mejor estrategia para Quartararo. Pensar que ya lo tiene hecho sería un error.
blackhorse
Que Quartararo merezca "un hueco entre los más grandes de la historia del MootGp" no me suena a otra cosa que a un intento por recrear la mística de un campeonato que hace rato que la perdió y que no encuentra manera de recobrarla. Esto no sólo preocupa a Dorna y su circo sino también a los periodistas que cubren el campeonato, preocupados legítimamente por el futuro de su fuente de trabajo.
juanillo1050
"Marc Márquez ha ganado el mundial, que ganas de ver si lo hace con Stoner en pista. Es una frase que afortunadamente nunca se dio."
En serio? Si justamente diría que es lo que más se ha dicho (y deseado) desde que Márquez llegó a la categoría reina.
En cualquier caso la diferencia con el caso Quartararo es clara: en el caso de Marc, sólo hubo la ausencia de uno (Stoner). Pero los cuatro fantásticos, como se les llamaba, eran eso: cuatro.