
Déjame que adivine. Estás buscando un scooter para ir a trabajar y moverte a diario que sea cómodo, tenga un buen espacio de carga, puños calefactables y con un radio de acción amplio sin dejarte un riñón. Tiene que costar menos de 5.000 euros. Y si es menos de 4.000 euros, mejor.
Vaya. No lo pones fácil, pero déjame pensar. Aún queda esperanza para los que necesiten algo así. Es el ejemplo de hoy: el Voge SR3.
Voge SR3: puliendo a poquitos para sacar brillo
Es fácil caer en el tópico del scooter chino y pensar que hablamos de modelos más bien feotes con acabados pobres y prestaciones de risa, pero eso es algo que está cambiando.
Que sí, que los cientos de comentarios diciendo que "lo chino pa los chinos" están ahí y te puedo decir que en su día yo también pude pensar así, pero no caigamos en el error de creernos nuestros propios prejuicios y creer que las cosas siguen siendo iguales.
Porque si algo están demostrando las marcas chinas es que de entre todas las que han llegado algunas se han propuesto no solo quedarse en nuestro mercado, sino ser un revulsivo para los parámetros acomodados que regían un mercado lleno de marcas intocables.
El Voge SR3 es la prueba de esto y es la demostración de que hay que tener ojo con lo que llega desde China porque empiezan a ser unos competidotes que hay que tener en cuenta. Por supuesto que tendrán debilidades que haya que ir puliendo, pero tienen muchas fortalezas. Y sobre todo si tengo que destacar una es precisamente su capacidad de reacción y aprendizaje.
El tópico del scooter chino feote por ejemplo es algo que ya está roto. Pueden ser diseños que te gusten más o que te gusten menos, pero llaman la atención y han dejado de estar hechos al estilo asiático para centrar sus estudios de diseño en Europa, con diseñadores europeos y creando productos al estilo europeo.
Si miras este SR3 te encuentras con un scooter de tamaño medio y líneas modernas, afiladas, que se agarra a diseños a medio camino entre los italianos y los europeos. Me recuerda en algunas partes a los Suzuki Burgman, en otras a los BMW C.
No es una copia y tiene personalidad propia, sobre todo la parte delantera con ese faro principal tan extendido de lado a lado y que agrupa los intermitentes o la zaga con un piloto de aspecto futurista. Todo con tecnología LED y bien resuelto.
De lado sí me ha parecido un poco más impersonal, especialmente por la ausencia de gráficos de ningún tipo y solo dos opciones de color muy discretas (gris oscuro o plata). Voge está optando por la sobriedad y eso también es un cambio que han aprendido.
La calidad general también se ha mejorado. Los materiales elegidos o la pintura van mejorando en cada producto nuevo que traen y es algo que agradece mucho la experiencia final.
Cómodo y bien equipado aunque con matices
Pero es en el puesto de conducción donde encontramos más luces para este Voge SR3 especialmente por la incorporación de un equipamiento altísimo, aunque también tengo que reconocer que hay algunas sombras.
El asiento está colocado a 770 mm de altura. No solo es una altura accesible, sino que no cae en el error de muchos scooter de utilizar asientos muy anchos. En este caso el asiento se siente estrechito y no tendremos que irnos hacia la parte delantera para alcanzar con los dos pies el suelo.
Se llega bien y sobre todo la primera impresión es que se siente muy manejable y eso incrementa de forma notable el nivel de confianza porque solo pesa 165 kg en orden de marcha. Ojo, con el depósito lleno de 14 litros que es mucho más que la media de la competencia, que tiene más mérito.
Para nuestro mercado Voge ha traído una variante específica del asiento con un tope para hacer las veces de respaldo lumbar. Está bien porque te mantiene en tu sitio aunque para las personas más altas será un punto de fricción porque limita el espacio longitudinal del asiento.
Debajo del asiento tenemos un buen espacio de carga, con hueco para un casco integral y otro de tipo jet, y nos sobraría algo más de sitio para guardar por ejemplo unos guantes o un chubasquero. Tiene luz LED en uno de los laterales y le vendría de lujo un amortiguador para mantenerlo abierto.
El espacio de carga se complementa con dos guanteras tras el escudo de buena capacidad, con toma de corriente en la del lado derecho para conectar el móvil por ejemplo. Lo que no tienen es cerradura. Los cierres son magnéticos y funcionan de manera sólida pero, eso, sin cerradura.
El cuadro de mandos está compuesto por una única pantalla digital TFT de 7" a color con dos opciones de visualización, un diseño moderno y muy agradable de utilizar y con toda la información necesaria desde la típica velocidad y revoluciones hasta temperatura ambiente o presión de los neumáticos.
Cuenta también con una cámara en la parte delantera que graba de manera constante sobre una tarjeta microSD, conectividad para smartphone vía app y la capacidad de mostrar navegación turn-by-turn en el display. Muy completa.
Antes de que se me olvide (que en realidad se me había olvidado ya), el Voge SR3 cuenta con cierre y arranque keyless, así que no necesitaremos la llave ni para dar el contacto ni para abrir el hueco bajo el asiento ni el tapón del depósito.
La buena ergonomía general se complementa con detalles interesantes como la pantalla regulable en dos alturas aunque como es una pantalla bastante alta y protege bien tampoco hay mucha diferencia (protege bien abrajo y bien arriba), y otro detallazo son los puños calefactables que vienen de serie.
Por otro lado los puntos que mejoraría son unas manetas regulables, unas plataformas más amplias para que a su vez la parte delantera aparte el aire de las pantorrillas y un tope de asiento que fuera regulable y no te encajonase tanto hacia delante para tener más espacio para colocar el trasero. Ah, y un asiento un poco más blandito también le iría de lujo.
No me llames SR3 porque no soy un 300
Como ya hemos visto en otros modelos, parece que está de moda eso de ponerse nombres que prometen lo que no son. En este SR3 nos esperamos que Voge hubiera elegido ese nombre porque estamos ante un scooter de 300 cc, pero no. Ni siquiera es un 250 cc.
Este Voge SR3 utiliza un motor monocilíndrico con un único árbol de levas en culata que cubica tan solo 244 cc. Con un diámetro de 72 mm y una carrera de 60 mm estamos ante el scooter de menor cilindrada de la categoría, aunque no por eso se queda muy atrás.
No podíamos esperar que fuera un scooter sobresaliente en cuanto a prestaciones y lo cierto es que tampoco se queda corto. Ofrece 25,5 CV a 8.000 rpm y 23 Nm a 5.000 rpm, cifras que parecen escuetas pero que tienen mucho sentido sobre el papel y más en la práctica.
Como te decía antes estamos subidos al scooter más ligero de la categoría, así que la relación peso/potencia se ve favorecida. Con 30 CV este scooter volaría y posiblemente tampoco es lo que buscase la marca para sus clientes. Es más, un 20% más de potencia posiblemente comprometería el conjunto en términos generales.
Es un motor suficiente para que el SR3 se mueva con soltura desde el primer golpe de gas. Las reacciones no son fulgurantes pero sí correctas y donde destaca es por su suavidad de funcionamiento. Tiene muy pocas vibraciones y al mismo tiempo una sonoridad muy baja, por lo que se convierte en un scooter para buenos vecinos. Ahora en serio, tiene un tacto muy agradable.
A baja velocidad entrega bien la potencia y consigue aceleraciones que no desentonan dentro de la categoría. Mantiene velocidades de crucero de hasta 120 km/h sin problema. Sí es cierto que ya a partir de 80-90 km/h notamos que en recuperaciones le falta un poco de estirada.
El resto del conjunto está diseñado en sintonía con el motor para ofrecer un comportamiento cómodo y polivalente. El chasis de tubo de acero está complementado por unas suspensiones sencillas con una horquilla convencional delante y doble amortiguador trasero regulable en precarga detrás.
El tarado está más orientado a la comodidad digiriendo bien los baches y los resaltos típicos de las ciudades aunque en algún momento sí me han parecido algo secas. Quizá por la dureza del asiento, que sea más duro de lo habitual y las suspensiones estén así bien reguladas. Es más, en curvas y rotondas las suspensiones ofrecen un buen nivel de confianza.
Un punto crítico de este modelo parece que es la dirección porque en la presentación al menos dos de las unidades notamos rápidamente que tenían un tacto raro. Otras en cambio iban perfectas. Esto es debido a un par de apriete excesivo en el eje de la dirección, algo que la marca nos reconoció que han detectado y que ya tienen vigilado para ajustarlo. Es más, cambiamos de unidad por una que ya tenía la dirección con el apriete justo y cero pegas. La precisión era perfecta.
Para el equipo de frenos encontramos un disco único de 260 mm delante con pinza de doble pistón y otro disco de 240 mm con otra pinza de doble pistón detrás. La frenada es correcta, con el tacto típico de los scooter que siempre me llaman más a retrasar la frenada y actuar con el freno trasero. Si pudiera pedir algo sería unas manetas que estuvieran más cerca del manillar para dosificar mejor la frenada. Tengo las manos pequeñas y me pareció que estaban un poco lejos.
A nivel de tecnología tenemos dos puntos clave: por un lado el ABS de doble canal que en alguna frenada fuerte sí notamos que entraba pero muchísimo menos intrusivo que en el SR4 Max que probamos hace unos meses. Por otro el control de tracción que está ahí y es de esas cosas que prefieres no notar (y no notamos durante toda la prueba), pero que si te salvan de una caída pues está más que justificado.
Voge SR3: quién da más por menos de 4.000 euros
Haciendo una recapitulación rápida tenemos un scooter de radio medio con un diseño acertado y un equipamiento sobresaliente: pantalla regulable, instrumentación digital, cámara, puños calefactables, freno de mano, doble guantera, keyless, espacio para un integral y un jet, control de tracción y aviso de frenada de emergencia.
Hay puntos de mejora como una protección aerodinámica mejor en la zona de las piernas, un asiento con resorte, manetas regulables o guanteras con cierre, pero hay que reconocer que por el precio que tiene poco más le podemos exigir.
Cuesta 3.992 euros que lo convierten en el scooter en torno a 300 más equipado por menos dinero. Solo el Morbidelli SC300 es más barato (3.990 euros) pero está menos equipado. El resto son más caros empezando por el Kymco Super Dink GT 350 (4.750 euros) y terminando por el Yamaha XMax 300 (6.499 euros).
A decir verdad sí hay un scooter con un equipamiento similar y por menos dinero: el Zontes 310M. A su favor hay que decir que cuesta 5 euros menos (3.987 euros), el equipamiento es similar y corre más porque su motor ofrece 33 CV, pero no es Euro 5+ por lo que ya está esperando renovación inminente.
En cualquier caso, parece que solo hay alguien que puede plantar cara a los scooter chinos: los propios scooter chinos.
Voge SR3 2025 - Valoración
6,5
A favor
- Precio muy ajustado
- Equipamiento alto
- Ligereza
En contra
- Espacio justo para personas altas
- Ciertos detalles ergonómicos
- Dirección sensible
Parece que solo las marcas chinas pueden hacer frente a las marcas chinas. Voge vuelve al ataque con un scooter medio de carácter polivalente con la misma filosofía que el resto de productos: ofrecer muchísimo equipamiento de serie a un precio imbatible.
Esta receta ya la conocemos desde que empezaron a atacar el mercado español. Lo que no esperábamos es que fueran capaces de reaccionar tan rápido mejorando allí donde más falta hacía: incrementando la calidad percibida y puliendo los diseños.
Así, este Voge SR3 es uno de los principales espejos en los que mirarse dentro del segmento de los scooter medios. Un modelo con muy buenos argumentos y sobre todo un precio al alcance de muy pocos competidores.
Voge SR3 2025 - Ficha técnica
motor |
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Tipo |
Monocilíncrido de cuatro tiempos, SOHC, Euro5+ |
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Cilindrada |
244 cc |
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Potencia máxima |
25,5 CV a 8.000 rpm |
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Par motor |
23 Nm a 5.500 rpm |
|
Diámetro x carrera |
72 x 60 mm |
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Inyección |
Electrónica |
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Transmisión |
Variador continuo |
CHASIS |
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Tipo |
Tubular de acero |
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Suspensión delantera |
Horquilla convencional no regulable |
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Suspensión trasera |
Doble amortiguador trasero regulable en precarga |
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Rueda delantera |
120/70-14 |
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Rueda trasera |
140/60-13 |
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Freno delantero |
Disco de 260 mm con pinza de dos pistones, ABS |
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Freno trasero |
Disco de 240 mm con pinza de dos pistones, ABS |
DIMENSIONES Y PESOS |
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Peso en orden de marcha |
165 kg |
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Longitud |
2.100 mm |
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Anchura |
795 mm |
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Altura |
1.390 mm |
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Altura del asiento |
770 mm |
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Distancia entre ejes |
1.525 mm |
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Depósito |
14 litros |
PRECIO |
|
3.992 EUROS |
Los gastos asociados a esta toma de contacto han sido asumidos por la marca. Para más información, consulta nuestra guía de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: Casco Arai Concept X, cazadora Alpinestars T-SP 1 V2 Waterproof, pantalones Alpinestars Copper V2 Plus Denim, Guantes Hyde XT Drystar XF y botas Alpinestars Chrome Drystar.