Curiosidades pasadas por alto en Monza

Curiosidades pasadas por alto en Monza
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HOY SE HABLA DE

El pasado fin de semana se celebró, como sabréis, la cuarta Ronda del Campeonato el Mundo de Superbikes en el circuito italiano de Monza. Allí Eugene Laverty firmó un inmejorable doblete favorecido también por la polémica penalización a Max Biaggi por saltarse la chicanne cuando lideraraba la carrera con un cómodo colchón de segundos sobre el perseguidor irlandés. No entraré en si fue una multa bien impuesta o si por el contrario ha sido una medida desmesurada que apunta a cierta manía hacia el romano. Lo que quiero subrayar hoy son un par de detalles que se nos escaparon durante la retransmisión.

Y es que anoche, gracias a la cobertura que está haciendo RTVE de SBK, pudimos apreciar lo que normalmente pasa desapercido. Marc Martín nos traía las imágenes que habían rodado sus compañeros de la televisión pública y nos mostraba algo que señalaba Laverty en su depósito instantes antes de subirse a la Yamaha R1. Aquello no era otra cosa que una capa de hielo o escarcha que cubría parcialmente el depósito de los diapasones.

Recién llegado de Italia, allí estaba Rubén Xaus dispuesto a darnos una explicación a ese repentino frescor. El reglamento de SBK estipula que los depósitos de estas motos derivadas de serie no pueden superar los 23 litros de capacidad y en un trazado donde la velocidad media es tan alta el consumo de combustible se dispara. Hay que sumar también que si la goma no tracciona como debería te puedes encontrar con unas revoluciones superiores a lo que deberían ser y, por tanto, un mayor gasto de gasolina. Es por ello por lo que algunos equipos optaron por helar su combustible a sabiendas de que éste ocupa menos a tan bajas temperaturas.

La otra curiosidad que pasamos por alto, a la que quizá no dimos mucha importancia, fue la velocidad punta que llegó a alcanzar la Aprilia RSV4 de Massimiliano; nada más y nada menos que 335km/h. Lo que supone un nuevo récord para las superbikes que año tras año se acercan poco a poco a la perfección. Un dato que demuestra la importancia que cobra la potencia en Monza y que se ve reflejado en la última curva de la última vuelta de la categoría de Superstock 1000.

El piloto de Althea Ducati, Guigliano Davide, encaraba la recta de meta en primera posición pero la brutal caballería de la BMW S1000RR acabó con la moral del italiano que vio como la máquina alemana le pasaba como una exhalación.

Está claro que las motos que vemos en las parrillas de SBK distan mucho de ser la que vemos en el concesionario y que una superstock podría considerarse el paso intermedio entre ambas pero esto invita a la reflexión. ¿Se están modificando demasiado? ¿Están más cerca de la producción en serie o del prototipo? Personalmente, si tuviera que mojarme, diría que no, que la base desde la que se parte es la que cuenta y que el rendimiento que vemos en carrera no es más que el fruto del desarrollo y el trabajo duro de fábricas, equipos y pilotos.

Por último, os dejo una pregunta, ¿cuál crees que es la diferencia real, en segundos, que saca una SBK a una superstock y a la estándar?

Foto vía | WSBK.com Vídeo | Youtube En Motorpasión Moto | Superbikes 2011

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