Los grupos de WhatsApp y Telegram que alertan de controles policiales y radares móviles siguen operativos en toda España. Y aunque esta práctica no es nueva, ni está formalmente prohibida, la Guardia Civil la considera una amenaza directa a la seguridad vial. Lo llaman el "método gallego", y en Galicia, donde nació y sigue muy presente, ya lo sufren a diario.
Todo empieza con un mensaje. Alguien ve un control de alcoholemia, un radar móvil o una patrulla oculta, y lanza un aviso al grupo. A partir de ahí, el mensaje se propaga como la pólvora entre cientos o miles de usuarios que saben por dónde no deben pasar. Telegram permite hasta 200.000 miembros en un grupo. WhatsApp, unos 1.000. El alcance es brutal. Y enfada a la Benemérita, a la DGT y a todo organismo público viviente.
Pere Navarro los llama "listillos"
"Los guardias civiles hemos pasado de controlar a ser controlados", denuncia Antonio Hidalgo Romero, jefe de la ATGC en Galicia. "Nuestra red de carreteras es una trampa perfecta para eludir controles si te avisan. Y eso ocurre a diario".
La práctica, pese a su impacto, aún no está incluida como infracción en la Ley de Seguridad Vial. No se considera equiparable a usar un detector o un inhibidor de radar. Sin embargo, ha habido casos sancionados por la vía de la Ley de Seguridad Ciudadana, alegando el uso indebido de información sobre fuerzas de seguridad. Como el caso de un gallego que gestionaba un grupo de más de 15.000 personas, o una app que ofrecía estos avisos con sede también en Galicia.
El problema es que muchos de estos mensajes no incluyen imágenes ni datos personales, lo que dificulta aplicar esa norma de forma general. En 2024, el Congreso aprobó una proposición para endurecer la legislación y castigar como infracción muy grave a quienes "proporcionen información que dificulte el control de los incumplimientos de las normas de circulación". Pero sigue siendo eso: una propuesta.

Mientras tanto, la DGT y la Guardia Civil intentan adaptarse con controles exprés, operativos dinámicos o despliegues en zonas inesperadas. Controles que duran 15 minutos, o patrullas que dan el alto sin montar un operativo fijo.
Pere Navarro, director de la DGT, ya dijo en 2024 que estos avisos eran "un grave problema" y que se iba a actuar contra "los listillos que creen haber encontrado la trampa perfecta". Pero el paso del tiempo ha demostrado que no es tan fácil. Como reconoce la propia DGT, choca el derecho a informar con el de proteger la vida.
Desde Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo lo resume con una metáfora: "Intentar frenar esto es como ponerle puertas al campo”. Según él, sería más efectivo implantar medidas técnicas como los alcoholímetros de arranque en todos los vehículos, una tecnología que ya es obligatoria en algunos profesionales.
Imágenes | DGT
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2 comentarios
motorwheels
El tío más hipócrita y caradura, llamando listillos a la gente que intenta defender su cuenta corriente...panda de cap...
mcgrego
Piensa el ladrón que todos son de su misma condición.