El mercado de pilotos de MotoGP ha conducido a Ducati y a Andrea Dovizioso a un callejón sin salidas. Ambas partes han hecho todo lo posible por una renovación, por un cambio de aire que les diese un nuevo impulso a sus respectivos proyectos. Pero llegados a este punto, si tanto Ducati como Dovizioso deciden no renovar será a costa de hacerse daño a sí mismos de forma consciente.
Este fin de semana el inflexible Paolo Ciabatti ya se mostró más abierto a negociar. Dijo que entendía que Dovizioso quisiese renovar por una temporada, aunque si lo hiciese por dos años demostraría mucha pasión. Eso sí, no se negó a dejar una pullita. Dejó caer que Dovizioso no firmaba dos temporadas porque ya estaba cerca de los 40 años. En realidad, tiene 34.
Ducati le ofrece a Dovizioso la renovación pero con una rebaja de la ficha a la mitad
Desde Ducati han hecho todo lo posible para cambiar de aires. Han llamado a todas las puertas. Lo intentaron con Marc Márquez, por supuesto, pero también trataron de quitarle a Yamaha a alguno de sus jóvenes pilotos, Fabio Quartararo y Maverick Viñales, e hicieron lo propio con Suzuki, buscando a Álex Rins y a Joan Mir.
Todos han seguido donde están, y la puntilla ha sido el acuerdo de Pol Espargaró con HRC, que parece muy cercano. Más allá de Jack Miller, que ha ascendido del Pramac al equipo oficial, Ducati ha ido recibiendo una ristra de calabazas en el mercado que le han hecho pasar de tener una posición fuerte en las negociaciones a tener una muy débil.
Los indicios evidencian que en Ducati no querían seguir con Andrea Dovizioso. Le han ofrecido una renovación rebajando su salario a menos de la mitad. Es prácticamente una invitación formal a salir del equipo a un piloto que lleva tres años consecutivos siendo subcampeón del mundo. El segundo mejor piloto de la historia de Ducati.
Pero Dovizioso tiene 34 años y en la segunda mitad de 2019 ya se vio como el proyecto Desmosedici de Ducati se estaba empezando a agotar. Además de Marc Márquez, que va por libre, da la sensación de que Suzuki y Yamaha también están por delante de Ducati ahora mismo. En Borgo Panigale necesitan un impulso, aire nuevo.
Además la crisis del coronavirus lo ha agravado todo y Ducati vende menos motos de las que esperaba. El propio Ciabatti dijo que iba a tocar aligerar salarios. Y el de Dovizioso, que supera los 6 millones de euros, era el más goloso. Ofrecerle la mitad a él es casi un insulto, pero para el resto de la parrilla es un ofertón, sobre todo porque además pillan una moto ganadora.
Welcome on board @jackmilleraus, who will be one of the two official @ducaticorse Team riders in the 2021 @MotoGP World Championship! #ForzaDucati pic.twitter.com/XtcuaNBuNX
— Ducati (@DucatiMotor) May 27, 2020
Marc Márquez ha ganado los cuatro últimos mundiales, pero podría decirse que Ducati ha sido la mejor moto. No solo Dovizioso, sino que también Jorge Lorenzo, Danilo Petrucci y Andrea Iannone han ganado con ella. Básicamente, todos los que la han pilotado. Cobrar la mitad que Dovizioso supone un aumento de sueldo para toda la parrilla salvo Márquez, Valentino Rossi y Maverick Viñales. Era una oferta de trabajo tentadora para todos. Mejorar la moto y el sueldo.
Ninguna de las alternativas que le quedan a Ducati asegura resultados
Pero todos han dado calabazas y ahora no hay alternativas. Si Dovizioso no sigue en Ducati, en Borgo Panigale no tienen un plan B que seguro que vaya a funcionar. Se habló de Jorge Lorenzo, quien tras un año retirado, una temporada para el olvido en Honda y multitud de problemas físicos es de todo menos una garantía. Y, aún así, es la opción más fiable.
Porque Petrucci, quien además ya ha dicho que se va a ir, no parece una opción ganadora que poner al lado de Miller. Igual que Pecco Bagnaia, que está muy poco hecho hasta para seguir en el Pramac. El caso de Johann Zarco es viable, pero es un piloto que lleva un año dando bandazos y que casi se queda fuera de MotoGP en 2020. Es de todo menos una garantía.
Y fuera de la órbita Ducati las alternativas también escasean. Se relacionó durante un tiempo a Aleix Espargaró con la casa de Borgo Panigale, pero no parece el piloto campeón que necesitan. Además, el español ya dijo que está a punto de renovar con Aprilia. Un triple salto mortal sería apostar por un Miguel Oliveira o un Franco Morbidelli, pero garantías precisamente no es que ofrezcan.
Ante esta situación, la renovación de Andrea Dovizioso parece obligada por parte de Ducati. En la fórmula que sea. Por una temporada o por dos. Cediendo más o menos en el plano económico. Pero ahora mismo la situación para el equipo Ducati de MotoGP está clara: Dovizioso o barbarie. Y ante la inseguridad, lo lógico sería amarrar lo que se tiene.
Andrea Dovizioso no tiene nada que ganar en KTM salvo dinero
El punto positivo para Ducati es que Andrea Dovizioso tampoco tiene plan B. La llegada, aún no oficial pero cercana, del pequeño de los Espargaró a Honda cierra la última oportunidad del subcampeón del mundo de pillar una moto ganadora que no sea Ducati. Con HRC, Yamaha y Suzuki al completo, para Dovizioso la única opción también es renovar.
Por eso Ducati mantiene el pulso económico con Dovizioso, porque sabe que el italiano no tiene otra opción que renovar. Se habla de KTM, y más ahora que los austriacos parece que van a perder a Pol Espargaró, pero objetivamente Dovizioso no tiene nada que ganar en KTM, salvo dinero. Todo el que Ducati le niega.
Como decimos, Dovizioso comenzará la temporada 2021 con 35 años. Pasar a un proyecto como el de KTM a esa edad sería prácticamente poner fin a sus opciones de ganar un mundial. Los austriacos progresan, pero aún siguen muy lejos de la cabeza y, además, el desarrollo de las motos está paralizado hasta 2022 por el coronavirus.
Obviamente, a KTM le encantaría tener a un piloto de la experiencia de Dovizioso, que además ha pasado por Yamaha, Honda y Ducati, pero para el italiano no hay ningún beneficio que no sea económico. Como pasa con Aprilia. Dovizioso está condenado a renovar por Ducati si quiere seguir compitiendo. Es la crónica del cambio que no pudo ser, de una renovación desganada pero obligada.
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