
El Gran Premio de Francia ha sido el peor para Pecco Bagnaia desde que corre en MotoGP. Por primera vez desde que se implantaron las carreras sprint, Bagnaia se ha ido de vacío de un Gran Premio. Ni un mísero punto, un resultado que le deja prácticamente descartado para la pelea por el título. Y no solo es por los puntos.
A los malos resultados de Bagnaia se suman las pésimas sensaciones que el piloto italiano está experimentando. Tanto es así que lo que hace unos meses era supuesta armonía, ahora se ha convertido en displicencia. Y Bagnaia ha cargado contra Ducati insinuando que se han cargado la moto con la que él ganaba.
Bagnaia se lamenta de que ya no puede explotar su frenada
"He entendido que mi moto ya no existe. Aquello que buscaba ya no está, así que tengo que encontrar el rendimiento de otras maneras". Esa fue la frase de Bagnaia, en la que deja muy claro su actual situación en Ducati. Esa Desmosedici se ha vuelto ingobernable, y tanto Bagnaia como Fabio Di Giannantonio lo están padeciendo.
Si Bagnaia lo pasó mal en Le Mans, lo de Di Giannantonio, el otro que lleva la moto pata negra de Ducati, fue dramático. Quedó eliminado en Q1, saliendo en una increíble decimoséptima posición para una Ducati. No tuvo velocidad en todo el fin de semana, aunque gracias a la lluvia del domingo acabó minimizando daños.
"Hemos probado todo para poder frenar de forma más estable, pero para conseguirlo tengo que adaptarme yo, ser yo quien dé el paso. Evidentemente, no es algo que me salga natural y no tengo confianza, pero es lo que tengo que hacer", seguía explicando Bagnaia sobre una moto que le ha quitado su potente frenada.
"Es una pena que no pueda explotar la frenada en la entrada de las curvas como hacía antes. Pero es lo que hay y solo puedo que aceptarlo y trabajar en ello. No es fácil, porque llevaba pilotando así desde 2020", remataba Bagnaia. La línea que tomó Ducati en 2020 con los nuevos neumáticos Michelin parece que ha durado hasta aquí.
Algunos argumentan que lo que le está sucediendo a Bagnaia solo es mental, y la técnica no tiene nada que ver. Algo difícilmente sostenible si tenemos en cuenta que Bagnaia no está cometiendo pequeños errores en momentos clave, que es lo que delataría un problema mental, sino que es incapaz de ir rápido en ningún momento, ni siquiera en entrenamientos.
Veremos cómo se resuelve el entuerto, pero las declaraciones de Bagnaia en Le Mans apuntan a que algo se podría estar moviendo en Ducati.
Imágenes | Ducati