Desde que Stuart Garner, actual CEO de Norton Motorcycles, recuperase la firma británica de motos en 2008, quedaba en el aire saber si esta marca con casi 120 años de historia saldría adelante.
Doce años después lo cierto es que Norton no está pasando por su mejor momento económico y así lo ha confirmado Garner al reconocer que está bajo la atenta mirada de una consultora que se va a dedicar en cuerpo y alma a organizar la empresa para que devuelvan los 353.000 euros que deben a Hacienda.
El 12 de febrero es la fecha límite
Visto que Garner no ha sabido coger las riendas de Norton con la efectividad que él quería, no le ha quedado otra que dejar que la consultora belga BDO se ponga manos a la obra y recupere una empresa que peligra a pesar de los intentos de sacarla a flote y de la cantidad de novedades que han salido de las filas de la casa de Leicestershire en menos de cuatro años.
Aunque ahora la deuda se ha quedado en esos 353.000 euros, lo cierto es que llegó a sumar 712.083 euros, aunque se pudo saldar casi la mitad en su momento. Desde Norton aseguran que una parte del dinero restante (hasta 160.000 euros) podría pagarse con la cantidad resultante de la desgravación fiscal por dedicar sus recursos a I+D (unos 15,4 millones de euros) durante los últimos tres años.
La cuestión es que según el propio director de Norton el pago de las deducciones se ha retrasado mucho. De ahí que se les haya concedido una prórroga de 63 días para que cubran el resto de la deuda. Este plazo acaba el próximo 12 de febrero.
Lo último que sabíamos de Norton fue de noviembre de 2019. En ese mes la compañía británica anunció una campaña de crowdfunding en la que solicitaba la donación de 1,2 millones de euros, necesarios tanto para ampliar su producción de motos como para cumplir con las entregas de las monturas a sus clientes.
Por entonces se filtró que un solo inversor y amante de la marca podría haber pagado toda la cuantía. Sin embargo, por las noticias que nos llegan ahora, esta estrategia no fue suficiente para sacar a Norton del atolladero.
Hay que reconocer que la firma británica en estos tres años lo ha intentado por activa y por pasiva y no ha dejado de sacar modelos nuevos: la Norton V4 RR y SS, la Norton Commando 961 California o la gama de 650 cc (las Atlas Nomad y Ranger o la Norton Superlight) es la demostración de que los británicos se han movido lo suyo.
Incluso tuvieron tiempo para aparecer y destacar en el Tourist Trophy de la mano de John McGuinness y Peter Hickman. Sin embargo, no ha sido suficiente para evitar sus problemas con Hacienda.
Veremos si de aquí a febrero consiguen cubrir la deuda que tienen pendientes y, lo que es más importante, si eso les permite seguir remando para sobreponerse y seguir vendiendo sus icónicos modelos. Quizás si adoptase la estrategia de Triumph o Harley-Davidson de fabricar modelos de media cilindrada más accesibles en un futuro próximo las cosas cambiarían.
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