La idea suena a ciencia ficción, pero CFMoto está a punto de convertirla en realidad. La marca china ha patentado un sistema que permite modificar la posición de conducción de una moto con solo pulsar un botón. Manillares que suben y bajan. Estriberas que se adelantan o se retrasan.
Todo automatizado. Todo adaptable. Como si tu moto supiera si vas de curvas o de paseo… Y cambiara sola. Y es algo que Yamaha intentó hace casi medio siglo.
Yamaha lo intentó Morpho y Morpho II
El concepto del tema no es nuevo. Yamaha ya jugó con él en los años 80, cuando presentó sus Morpho y Morpho II. Aquellas motos cambiaban de postura: de deportiva a touring, con manillares y estriberas móviles. El resultado fue un hito de diseño futurista que dejó huella en modelos como la TDM850 o la GTS1000. Pero la postura variable, el alma de aquellas concept, se quedó en el cajón. Demasiado compleja. Demasiado cara. Demasiado prematuro. Y nada terminó pasando... Hasta ahora.
CFMoto lo ha hecho al revés. En lugar de rediseñar la moto desde cero, su sistema puede montarse sobre una estructura convencional. Nada de chasis específicos ni geometrías de ciencia aeroespacial. La clave está en tres actuadores eléctricos (uno para el manillar, dos para las estriberas) y un sistema de guías y soportes que permiten variar la ergonomía sin afectar la rigidez ni la dirección.
El manillar, por ejemplo, va montado sobre un pequeño bastidor de aluminio que se desliza hacia arriba o hacia abajo con ayuda de un actuador eléctrico anclado a la tija inferior. En su punto más bajo, se comporta como unos semimanillares de moto deportiva. En el más alto, ofrece una posición cómoda, casi de naked urbana.

Lo mismo ocurre con las estriberas: el sistema las mueve hacia delante y abajo para una postura relajada o las lleva atrás y arriba para una más racing. Todo con precisión milimétrica. Todo sin herramientas.
El gran acierto chino es su simplicidad ya que no requiere una moto nueva ni reinventar el tren delantero. Tampoco altera la estructura del chasis ni añade complejidad innecesaria. En teoría, se podría adaptar a cualquier modelo. Y eso abre la puerta a una revolución silenciosa: motos que se transforman según el tipo de conducción, el estilo del piloto o incluso el trayecto del día.

Eso sí, hay una incógnita: los mandos. El sistema no menciona cómo se gestionan los pedales de freno o cambio. Pero CFMoto podría resolverlo fácilmente si sigue la senda que ya exploran otros fabricantes: cambios automáticos, freno trasero en el manillar, y adiós a los controles en los pies.
Quizá dentro de poco, elegir entre una trail cómoda o una deportiva radical no sea cuestión de comprar dos motos… Sino de apretar un botón. Y los chinos se acaban de dar cuenta del tema.
Imágenes | CFMoto
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