
En Reino Unido están a punto de darle una vuelta de tuerca muy seria a cómo tratan los vehículos incautados por "comportamiento antisocial". El plan del gobierno es simple: si la policía pilla tu coche, moto, quad, e-scooter o lo que sea, en el contexto de alguna conducta "antisocial", pueden triturarlo en 48 horas. Literalmente.
De catorce días laborables a dos días naturales. Ni aviso previo, ni gracia, ni tiempo para respirar. Te enteras el viernes, lo reclamas el lunes y ya es demasiado tarde, tal y como revelan medios nacionales.
En 48 horas te habrías quedado sin moto
Dicen que lo hacen para frenar las carreras ilegales, el uso de vehículos fuera de la vía pública y otras formas de gamberrismo sobre ruedas. Y que con esto buscan enviar un mensaje claro: si usas tu vehículo para intimidar, hacer ruido o cometer delitos, lo vas a perder.
Pero claro, en la práctica esto va mucho más allá. Porque no sólo están recortando el tiempo de respuesta, sino que también quieren quitar la obligación de avisarte antes de incautarlo. Es decir, se lo llevan y, si parpadeas, triturada.
Todo esto forma parte de un paquete más amplio llamado 'Plan for Change' y 'Safer Streets Mission', que suena muy bonito pero que, de nuevo, puede terminar pasándole la factura a gente que no tiene culpa de nada.
Dame Diana Johnson, ministra de Crimen y Policía, lo explica así: "Queremos que la policía tenga herramientas para obtener resultados inmediatos".
Desde la policía, hay apoyo. El jefe Jo Shiner lo ha dicho alto y claro: que el mal uso de vehículos no es solo un problema de ruido, sino que genera daños reales, peligros para peatones y ciclistas, e incluso sirve como herramienta para el crimen organizado. El argumento es que tener la capacidad de incautar y destruir estos vehículos rápidamente ayudará a proteger a las comunidades.
También hay asociaciones vecinales que aplauden la medida. Gente que está harta de los escapes abiertos, los trompos en glorietas y los domingos de ruido y humo. Y, en parte, tienen razón. El problema existe. Hay cafres por todas partes y la policía, muchas veces, va dos pasos por detrás. Esta medida les permite ganar algo de margen.
Pero el diablo está en los detalles. ¿Qué pasa si tu moto fue robada y alguien la usó para hacer el idiota? ¿Qué pasa si te equivocan con otro y te incautan el vehículo por error? ¿Qué pasa si el sistema simplemente falla? Dos días no dan margen de maniobra. Ni para hacer una llamada. Ni para presentar una reclamación. Ni para aclarar nada. Y si la moto desaparece en ese plazo, buena suerte intentando recuperar algo después. Son las inquietudes que comparte Rideapart. El gobierno, no osbtante, dice que no quieren castigar a los propietarios.
El fondo del asunto es que quieren actuar rápido, y eso no es malo. Pero el riesgo de atropellar derechos está ahí. No todo el que tiene una moto ruidosa es un delincuente. No todo el que va en una off-road está haciendo el cabra. No todo el que participa en una quedada es un criminal. Y sobre todo, no todo el que pierde su moto es responsable de cómo se ha usado.