
¿Alguna vez has escuchado lo que es el 'rollerski'? Traducido al idioma mundano, o al castellano, es hacer esquí sobre ruedas. Y en Baleares hay muchos que no lo conocían, pero lo están descubriendo severamente, además. Es una imagen tan curiosa como realista que está inundando las carreteras.
Quienes estos días circulan por las carreteras de Mallorca se están topando con una escena que hasta hace poco parecía sacada de un documental nórdico: deportistas deslizándose con patines largos, bastones en mano, como si estuvieran esquiando… Pero sobre el asfalto.
Es una práctica muy común en las carreteras del norte de Europa
Esta modalidad, conocida como 'rollerski' o 'skiroll', ha irrumpido con fuerza en las islas, hasta el punto de generar preocupación entre conductores y autoridades por su impacto en la seguridad vial. Porque hablamos de esquiadores, no de conductores, ni motoristas, ni siquiera ciclistas ni patinetes eléctricos. Esquiadores en la carretera. Suena raro, pero porque aquí no es lo común.
De hecho, el fenómeno no es nuevo en Europa, donde es una herramienta habitual de entrenamiento para esquiadores de fondo y biatletas fuera de temporada.
Sin embargo, en Baleares ha ganado terreno rápidamente gracias a la combinación de clima templado (ahora, en esta época), carreteras escénicas y una creciente comunidad de aficionados (muchos de ellos turistas del centro y norte del continente) que aprovechan su estancia para seguir entrenando.
Si ya cada vez que me encuentro a un grupo de ciclistas ocupando medio carril me pongo de mala hostia, no me quiero ni imaginar que haría si de repente me cruzo a cuatro chalados patinando con bastones. Duermo en comisaría pic.twitter.com/OOeNgY6LR1
— Tage (@Tagelca) April 25, 2025
Las rutas favoritas para practicarlo, como la carretera entre el puerto de Pollença y el mirador de la Creueta, o el tramo de Palma a Sóller. Para los no autóctonos, digamos que no son precisamente carreteras espaciosas. Y para el tráfico, que esquiadores ocupen la carretera, es un problema.
De doble sentido y con arcenes simbólicos, estos tramos ya sufren la presión de coches, motos y ciclistas. Añadir a la ecuación a los rollerskiers, que suelen desplazarse en grupo y en formación, ha encendido las alarmas: vídeos grabados por conductores muestran largas retenciones y maniobras de adelantamiento muy arriesgadas.
Hay un problema en la concepción. En los países de origen de los turistas donde se practica habitualmente este tipo de deporte fuera de época, como Noruega o Austria, tienen hasta zonas dedicadas para ellos; como carriles fuera de la calzada para practicar. El problema es que en España no existen.
"No estamos en contra del deporte, pero estas carreteras no están diseñadas para eso. El riesgo de accidente aumenta cada día", advertía hace poco un vecino de Pollença en declaraciones recogidas por medios locales.
El Govern balear, por su parte, ya ha tomado nota. Desde la Conselleria de Mobilitat se barajan medidas como instalar señalización específica, lanzar campañas de concienciación y hasta reservar horarios o tramos concretos para prácticas deportivas no motorizadas. Aun así, el asunto está lejos de resolverse. De hecho, defienden que la normativa de circulación regula el uso de las vías para todo tipo de usuarios.
Y es que, por más pintoresco que resulte ver a alguien esquiando bajo el sol mediterráneo, lo cierto es que la convivencia entre deportistas y vehículos en una red vial tan limitada como la balear exige algo más que buena voluntad: hace falta una regulación clara antes de que esta curiosa moda se convierta en un serio problema. ¿Innovación deportiva o temeridad sobre ruedas? El debate no ha hecho más que empezar.
Imágenes | Redes sociales, YouTube/ Max Novak