La impresión generalizada de que los australianos están locos no hace más que reafirmarse ante creaciones como esta que viene desde las antípodas: la PGM V8.
Con un sonido arrebatador, esta moto australiana presume de ser la moto más potente del mundo. ¿Cómo? Pues haciendo uso de un motor exagerado con ocho cilindros en uve, casi 2.000 centímetros cúbicos y una potencia de 334 CV.
PGM V8: artesanía australiana
El nombre de PGM no es casual, pero tampoco es que haya sido muy ocurrente. Su creador es un ingeniero con trayectoria en MotoGP y su nombre es Paul G. Maloney, así que ha bautizado a su creación con sus propias iniciales.
El propósito de Maloney no ha sido otro que crear una moto diferente, una montura que orbitase alrededor de un motor único y altamente elaborado. Se trata de un bloque de ocho cilindros y 2.0 litros, una configuración que une a 90º dos motores de Yamaha YZF-R1 previos a la llegada del cigüeñal Crossplane.
El resultado es un propulsor capaz de escupir 334 CV y 214 Nm de par motor para un peso final relativamente ajustado de 242 kg. Y es que para sujetar a esta bestia, Maloney ha tenido que crear desde la nada un chasis multitubular de acero al que se unen suspensiones firmadas por el especialista sueco Öhlins (FGRT301 delante y TTX detrás).
En el resto de la parte ciclo quizá el elemento más normal que nos encontramos sea el basculante trasero también derivado de R1, mientras que para lo demás tenemos unas llantas Marchesini de magnesio, frenos Brembo pata negra y una carrocería de fibra de carbono elaborada prácticamente de manera artesanal.
Maloney no ofrece un dato concreto sobre la velocidad máxima de esta máquina descomunal. Simplemente se limita a relacionarla con las gónadas de sus propietarios bajo el mensaje "¿cómo de valiente eres?".
En realidad este proyecto no es nuevo, puesto que la PGM V8 se lleva produciendo por encargo desde 2015 y, sí, por lo que parece es las motos de serie más potentes del mundo, superando los 320 CV de la MTT Y2K y su turbina de helicóptero, pero sin llegar a los 420 CV de su sucesora, la MTT 420R.
