Más de 21.000 kilómetros, once países y una meta muy clara: alcanzar el único toro de Osborne que quedaba fuera de su lista. Julio Álamo ha cerrado en Japón un viaje que comenzó hace siete años, cuando decidió visitar todas las figuras del mítico toro negro que sobreviven en distintos rincones del mundo.
Lo ha hecho a lomos de una Triumph Tiger 1200 Rally Explorer, compañera fiel desde que en 2023 comenzara su alianza con la marca británica... Y el viaje ha sido muy épico.
Sí, en Japón también toros como los de Osborne en España
El reto, bautizado como ToroEnMoto, arrancó en 2017 casi como una excusa para volver a rodar. Pero aquella escapada de fin de semana se convirtió en una gesta que mezcla arte, aventura y cultura: 89 toros en España, 4 en México, 1 en Dinamarca y, por último, el de Japón (porque sí, hay uno en Japón).
Este último, conocido como Black Symbol, fue instalado en 2018 en Matsunoyama Onsen como parte de la Trienal de Arte Echigo-Tsumari. Con el tiempo, se ha convertido en un símbolo de unión entre España y Japón.
El 3 de mayo, Julio partió desde El Puerto de Santa María (Cádiz) rumbo a su último toro pendiente. El itinerario lo llevó por Italia, Grecia, Turquía, Georgia, Armenia, Kazajistán, Rusia, Kirguistán, Mongolia y hasta el archipiélago nipón. En el camino, embarcó en varios ferrys, durmió en yurtas, fue recibido por motoclubs locales y hasta se topó con un Gengis Khan de bronce en plena Asia Central.

La llegada a Matsunoyama Onsen el 22 de julio fue todo menos discreta. Más de 120 personas, entre autoridades, representantes de turismo, vecinos y 72 estudiantes de la escuela Matsunoyama Gakuen, le dieron la bienvenida. Hubo ceremonia oficial, ritual tradicional de oración por un regreso seguro y un intercambio simbólico con los escolares.
"Más que un viaje, ha sido una transformación. He cruzado países, sí… Pero sobre todo he atravesado miedos, preguntas, cansancio y emoción. Este toro, el de Japón, representa no solo un destino, sino una conquista personal y simbólica. Llegar hasta aquí es cerrar un círculo que empecé hace años cuando solo buscaba una excusa para volver a montar en moto", confiesa Julio.

La moto: una Triumph Tiger 1200 Rally Explorer. Con llantas de radios de 21” delante, suspensiones Showa semiactivas, depósito de 30 litros y motor tricilíndrico T-Plane de 1.160 cc, ha demostrado ser capaz de lidiar con pistas rotas, carreteras remotas y tramos inexplorados, todo ello con la comodidad y electrónica más avanzadas del segmento.
Aunque este último toro marque el final del objetivo inicial, Julio no descarta que ToroEnMoto siga rodando hasta convertirse en una vuelta al mundo completa. Por ahora, el proyecto ya ha dejado claro que, a veces, la mejor motivación para llegar hasta el otro extremo del planeta es tan simple como buscar un toro en mitad de la nada.
Imágenes | Triumph
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