Quédate con su nombre porque van a traer cola: Royal Alloy. Inglaterra quiere recuperar la batalla perdida contra Vespa. Royal Alloy, una marca fundada en 2016 en West Yorkshire, acaba de presentar su nueva JPS 350, un scooter que parece una Lambretta de los ‘60, pero con tecnología moderna y más potencia que la mismísima Vespa GTS.
Se parece mucho a Lambretta, y esto es como una especie de renacimiento, pero bajo otro nombre. Y ahora te explicamos los motivos, más allá de por el parecido físico.
Lambretta renace, pero bajo otro nombre
Royal Alloy lleva años jugando con la nostalgia del scooter clásico británico. Sus modelos siempre se han inspirado en las Lambretta originales, y ahora dan un paso más con la nueva JPS 350: un scooter que conserva el chasis metálico de antaño (detallazo) y la silueta inconfundible, pero con un corazón completamente moderno.
Su motor monocilíndrico de 309 cc, refrigerado por agua y con doble árbol de levas (DOHC), entrega 27 CV a 8.000 vueltas. Eso son 2 CV más que la actual Vespa GTS 310, el modelo italiano más potente. Cumple la norma Euro 5+ y emplea inyección Bosch, todo ello con una configuración claramente más prestacional que la de su rival directa.
La JPS 350 tiene alma de scooter retro, pero se comporta como un restomod. Su chasis es de acero (nada de plásticos), el basculante es de corto recorrido y delante monta dos amortiguadores con precarga regulable y sistema antihundimiento. Lleva ruedas más estrechas que la Vespa (110/70-12 delante y 120/70-12 detrás), lo que le da agilidad y reduce peso: apenas 145 kg con el depósito lleno, 18 menos que la GTS.
Y aunque parece salida de los años ‘60, dentro es puro siglo XXI: frenos de disco con ABS, control de tracción, cuadro TFT a color, conectividad con el móvil e incluso una cámara frontal tipo dashcam. Todo ello sin renunciar a detalles clásicos como el caballete central o la instrumentación redonda.
Una italiana hecha en Inglaterra (y con algo de China). Lo curioso es que el motor de la JPS podría tener raíces italianas. Se rumorea que su bloque está emparentado con los propulsores Piaggio fabricados por Zongshen, socio histórico de los italianos en China. Si es así, el juego de espejos entre Vespa y Royal Alloy sería total: el rival británico usando tecnología de su oponente para superarla.
La marca, con sede en West Yorkshire desde 2016, ha encontrado su hueco en un mercado saturado de scooters eléctricos y de plástico. Su receta es simple: estilo Lambretta, componentes actuales y precios razonables.
Royal Alloy lanzará la JPS 350 en Europa este noviembre, con dos versiones: la "on-road" estándar (6.500 euros) y una variante "off-road" con neumáticos más gruesos (6.400 euros), ambas con 249 euros adicionales por envío. Le seguirá en primavera la JPS 125, apta para carnet A1 o convalidación B196, que costará desde 4.600 euros.
Imágenes | Royal Alloy
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