Benelli vuelve a moverse en su terreno favorito: las trails de acceso que apuntan a reventar las listas de ventas. Y su nueva TRK 602 X no llega para ser una simple evolución de la 502.
Llega para ocupar un hueco mucho más ambicioso: convencer a quienes buscan una trail más hecha, más potente y con mejor parte ciclo, sin abandonar ese precio que siempre ha sido su principal arma.
De la fórmula low-cost al salto de categoría
El movimiento de Benelli no es casual. La competencia en las medias está disparada y la TRK 502 ya no podía defenderse solo con precio. Así que los de Pesaro han cogido su plataforma de 554 cc (la misma estrenada en la familia Tornado) y la han llevado a un terreno más viajero y más trail.
El bicilíndrico, con cigüeñal calado a 270 grados, cambia por completo el carácter de la moto: más pulsación, más respuesta en medios y una sensación menos eléctrica que antes. Son 56 CV, lo justo para rozar la barrera del A2 y obligar a Benelli a ofrecerla limitada, como esperan la mayoría de sus futuros compradores.
El par también sube, hasta los 54 Nm, y aquí está una de las claves: no busca ser la más rápida del semáforo, sino la más usable en carreteras secundarias, donde el empuje desde abajo importa más que la cifra de potencia.
La vieja 502 tenía dos puntos débiles muy claros: peso y parte ciclo. La 602 X intenta corregirlos sin cambiar la filosofía. Sigue siendo una trail robusta y de estética contundente, pero ahora añade basculante de aluminio, soporte delantero aligerado y suspensiones que por fin dan el salto que necesitaba este modelo.
Horquilla invertida de 43 mm y un monoamortiguador trasero con 173 mm de recorrido y regulación completa: extensión, compresión y precarga. En su categoría no es nada habitual encontrar tanta regulación en una moto pensada para el carnet A2.
Los frenos también suben de nivel con doble disco delantero de 320 mm y pinzas radiales. Las llantas de radios (19 delante y 17 detrás) confirman que Benelli quiere colocarse como alternativa real para quienes hacen pistas ocasionales, no solo para quienes buscan postura trail y viajes por carretera.
Sigue siendo grande, pero algo más racional. La báscula sigue sin enamorarse: 235 kg con todos los líquidos hasta arriba. Vale que no es ligera, pero es que no pretende serlo. Pero la marca ha trabajado en ergonomía y accesibilidad. El asiento se estrecha en su zona delantera para quedar en 825 mm, una cifra asumible para la mayoría. El depósito de 20 litros garantiza buenos rangos de viaje.
En diseño, adopta la línea más limpia que estrenaron las 702 y 902: menos aristas, más continuidad visual y un frontal que deja de buscar la espectacularidad para apostar por la coherencia. Sigue siendo una trail voluminosa, pero ahora tiene un aire más contemporáneo.
Además, viene más equipada de lo que esperarías por su precio. Benelli sabe que en este segmento ganar no es solo vender barato. También ofrecer más equipamiento que nadie. Por eso la 602 X llega con TFT de 5 pulgadas con conectividad, modos de conducción (Normal y Sport), control de tracción desconectable y un paquete de accesorios que la hace “lista para viajar” sin pasar por caja: caballete central, defensas, cubrecárter de aluminio y paramanos.
El precio es la incógnita. No está confirmado, pero si Benelli mantiene su estrategia habitual, debería colocarse claramente por debajo de los 6.500 euros. Si lo hace, volverá a ser un problema serio para las marcas que llevan años intentando competir con la TRK en Europa.
Imágenes | Benelli
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