
Lijar neumáticos de moto. Suena loco, ¿verdad? Sí, suena loco. Y no has entendido mal la jugada: lijarlos con una lija de toda la vida. Es una técnica que en inglés se llama 'peeling', y que no es ninguna tontería. De hecho, te puede salvar de tener un accidente en moto.
Lo de estrenar gomas en moto tiene sus riesgos. La parafina siempre pasa malas jugadas. Y aunque sepas que está ahí, te puedes acabar cayendo igualmente por muchos años de experiencia que tengas rodando. Me ha pasado. Y el 'peeling' consiste en evitar precisamente eso.
Un neumático nuevo puede provocar un accidente. ¿Por qué? Agentes químicos
Por prácticamente todos los motoristas es sabido que, al estrenar unas nuevas gomas, hay peligro de caerse. Y bastante serio, además. La superficie de un neumático nuevo todavía contiene agentes desmoldantes residuales (químicos que hacen que los neumáticos sean más fáciles de sacar del molde) utilizados durante la fabricación.
Por eso la superficie de las gomas gomas, al estrenarlas, están completamente brillante y lisas. Pero no te dejes engañar por lo bonito del asunto, porque esas gomas no están para rodarlas. Sí, hay que rodarlas para quitar la parafina, pero el peligro existe. Y por mucha cautela que tengas, no dejará de existir.
Me pasó que, siendo plenamente consciente de esto tras cambiar unas nuevas gomas, y yendo con un cuidado extremo, en una recién asfaltada, la goma resbaló más de lo debido y me fui al suelo saliendo de un cruce. Y yo no salí herido, pero conozco casos en los que sí, y gravemente además por cuestión de una goma. Ni hablar de las motos, que muchas veces acaban destrozadas. De hecho, a este motorista le llegaron a poner hasta una multa por eso mismo.
A lo que quiero llegar es que es inevitable... O sí que lo puede llegar a ser. ¿Cómo? El 'peeling' consiste en lijar la goma antes de poner la goma nueva en el suelo.
Ahora que ya sabes que exista la técnica para evitarla, ¿cómo llevas a cabo la técnica? La teoría y la práctica a la vez. Para hacerlo, lo más sencillo es utilizar una lija abrasiva tipo Scotch-Brite. Y es más fácil de lo que piensas porque no hace falta que desmontes la rueda, ni que te líes con productos extraños. Basta con aplicar un poco de jabón lavavajillas, humedecer la esponja y frotar con fuerza toda la banda de rodadura, desde el centro hasta el borde. El objetivo es eliminar esa primera capa brillante de parafina y dejar una textura mate, más rugosa al tacto..
No necesitas lijar como si fueses a pulir el neumático: con insistencia y una pasada uniforme basta. Después, aclara bien con agua y seca. Verás cómo la superficie ya no brilla como antes. Es una forma de rodar la goma... sin rodarla.
Tampoco hay que confiarse. Una vez lijado levemente, la técnica nos asegura cierto grado más de seguridad, pero sigue siendo recomendable conducir con precaución hasta que el neumático alcance su temperatura óptima y termines de asentarlo con el uso. Porque el mejor peeling sigue siendo el que se hace con el tiempo, con kilómetros, y con cabeza.
Imágenes | Y-M, Dunlop