John Fernández
Un prototipo de moto que no quiere gasolina ni enchufes. Solo sol. Un experimento que desafía la lógica clásica de la movilidad y que, quién sabe, quizá algún día aterrice en algo medianamente real.
La Solaris es la idea de moto más radical que ha salido últimamente del estudio MASK Architects, el proyecto de Öznur Pinar Cer y Danilo Petta.
Cómo funciona la idea de las "alas fotovoltaicas"
En un mundo donde la moto eléctrica ya se ha normalizado y donde las híbridas empiezan a multiplicarse (Kawasaki, Yamaha, Royal Enfield…), lo que plantean ellos va en otra dirección: una moto solar que, al menos en teoría, podría vivir de forma totalmente autónoma gracias a unas aparentes "alas fotovoltaicas".
Una vez aparcada, la Solaris despliega una corona de paneles solares retráctiles, como un pequeño satélite plantado en medio del suelo. Su función es simple: capturar luz, convertirla en electricidad y almacenarla en baterías de iones de litio de alta capacidad. Sin cables, sin enchufes, sin depender de la red. Luego basta con plegar el sistema y moverte con su motor eléctrico, apoyado por frenada regenerativa para rascar energía extra.
MASK dice que el chasis mezcla aluminio y carbono, y que todo está coordinado por un sistema inteligente que gestiona captación, almacenamiento y distribución. A eso se suma una cabina digital y una app para monitorizar producción y rendimiento.
Visualmente, la moto juega en otra liga. En una liga que nunca habíamos visto, de hecho. MASK la define como biomimética: inspirada en los movimientos y la postura de un leopardo. Según ellos, esa referencia afecta a la aerodinámica, a la posición de conducción y al gesto general del diseño, que tiene más de escultura futurista que de vehículo convencional.
Su utilidad real está en escenarios muy concretos. MASK la imagina funcionando en zonas sin gasolina ni cargadores fiables, proyectos de ecoturismo, pequeñas flotas logísticas o incluso experimentos en ciudades inteligentes. Es una respuesta conceptual a un problema real, aunque el propio estudio reconoce que no es un prototipo industrializable, sino una exploración. Una hipótesis con forma de moto.
¿Llegará a ser algo más? Difícil saberlo. De momento, Solaris solo existe como idea. Una idea luminosa, literalmente.
Imágenes | MASK Architects
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