De Las Palmas a Turquía en trail para comerse un kebab y vuelta. El viaje loco de un canario sobre una Yamaha Ténéré 700

Yamaha
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
john-fernandez

John Fernández

Benjamín Guzmán tenía un plan: cruzar media Eurasia en moto. Salió desde Gran Canaria con la idea de llegar a las exrepúblicas soviéticas de Asia Central, atravesando montañas, estepas y fronteras complicadas. Lo que no sabía es que acabaría dándose media vuelta en Estambul... después de comerse un kebab,

El viaje arrancó a lo grande: dos noches en ferry sin camarote, directamente desde Las Palmas hasta la península. A bordo, su compañera de batalla: una Yamaha Ténéré 700 World Raid cargada hasta los topes y equipada por Flick Moto, concesionario oficial Yamaha en Canarias.

Un viaje a medio hacer

Después de un paso relámpago por Castellón, puso rumbo a Europa sin mirar atrás. En una semana cruzó Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Serbia y Bulgaria. Cada país, un sello. Cada jornada, un nuevo paisaje.

Pero el plato fuerte llegó al pisar Turquía. Estambul no perdona: calor sofocante, tráfico caótico y 16 millones de habitantes conviviendo entre claxones y bocinazo. Cruzar el Bósforo fue el clímax: Europa quedaba atrás, Asia se abría ante sus ruedas. Y ahí, parado en mitad del mundo, soltó la frase que resume todo el viaje:

"Mientras en Canarias hay quien pide kebab por Glovo, yo prefiero venirme en moto hasta Estambul para comérmelo", bromeaba el hombre en los testimonios recogidos por Canarias en Moto.

Yamaha

Iba camino de Georgia, Azerbaiyán, Uzbekistán, incluso Tayikistán. Pero todo eso quedó en el aire. El calor asfixiante, los visados que no se gestionan solos, los costes por las nubes y un calendario apretado le hicieron cambiar de rumbo. Decidió parar, respirar… Y volver hacia España.

"Este tipo de viaje no se puede hacer con prisa. No puedes improvisar pasos de frontera en verano y sin margen", confiesa a Canarias en Moto, medio que ha seguido su aventura desde el principio. Con más de 5.000 kilómetros a la espalda y otros tantos por delante para regresar, tocaba ser realista. Y con humor, rebautizó su final de ruta: "Este ‘Turkitistán’ ya me vale".

Viaje

Pese a no llegar a Asia Central, el viaje le ha servido para lo que importa: vivir, y vivir en moto. Carreteras, amigos, culturas, historias que no caben en ningún GPS. Y una Yamaha que ha aguantado como una roca: "Va perfecta. Cómoda, fiable y con autonomía para aburrir".

Ahora le espera el camino de vuelta. Sin autopistas, sin prisas, con más paradas y menos metas. Porque al final, lo mejor de todo esto no fue llegar a Asia… Fue salir de casa para buscar algo, y encontrarse con mucho más de lo que esperaba.

Imágenes | Motorpasión Moto, Canarias en Moto

Inicio