Michael Schumacher no solo fue siete veces campeón del mundo de Fórmula 1. También fue un enamorado de las dos ruedas. Y ahora, una de las motos que usó en su etapa más motera va a cambiar de manos.
Se trata de una Honda CBR1000RR Fireblade 2010 modificada por Holzhauer Racing Performance, que será subastada entre el 23 y el 30 de julio por RM Sotheby’s.
Piden entre 25.000 y 30.000 euros por la CBR de Schumacher
Schumacher aprovechó su parón en la F1 en 2008 para meterse de lleno en el mundo de las Superbikes. Participó en entrenamientos, tandas y hasta en el Campeonato Alemán de Superbikes (IDM), donde llegó a subirse al podio: fue tercero en el Pannónia-Ring de Hungría, por detrás de Martin Bauer y Andreas Meklau. Todo ello sin dejar de ser piloto de coches.
La unidad que se subasta no es exactamente la que usó en competición, pero sí una de las que empleó en sus entrenamientos privados y eventos en circuito. Es una Fireblade completamente preparada, con especificaciones de competición firmadas por HRP (Holzhauer Racing Performance), una de las estructuras más reputadas del campeonato alemán.
Entre sus modificaciones destacan una centralita de carreras con mapas personalizados y gestión de control de tracción y anti-wheelie, quickshifter, caja del filtro de aire racing, radiador de aceite sobredimensionado, semimanillares modificados, y un escape completo Akrapovič de titanio. La moto lleva su dorsal habitual en moto, el número 77, y está decorada como a él le gustaba rodar en circuito.
El lote incluye también un casco Schuberth firmado, un par de guantes usados por Schumacher y una funda personalizada con los nombres del piloto y del preparador.
Lo que se subasta no es solo una moto afinada para circuito: es un pedazo de historia moderna del motociclismo, con el sello de uno de los mayores talentos que ha visto el deporte. Una Fireblade afinada al milímetro, con alma de superbike y con una conexión directa con un campeón legendario.
RM Sotheby’s ha fijado una estimación de entre 25.000 y 35.000 euros, sin precio de reserva. Y formará parte de una colección especial de objetos relacionados con leyendas de la F1, que incluye desde monos de Senna hasta guantes de Hamilton o recuerdos de Vettel.
Quien se la lleve no solo tendrá una máquina de circuito con pedigree: se llevará parte de la pasión que Schumacher volcó en las dos ruedas. Porque cuando se bajaba del monoplaza, se subía a la moto. Y también iba rápido.
Imágenes | RM Sotheby’s
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