Lewis Hamilton se va a Ferrari. Un histórico cambio para un piloto cuarentón y una escudería en decadencia que tiene ciertas similitudes con el fichaje de Marc Márquez por Ducati por lo histórico del asunto. Muchos ya hablan de los dos fichajes de la década en el mundo del motor.
¿Y qué tiene que ver Hamilton con el mundo de las dos ruedas? Mucho más de lo que te imaginas. El heptacampeón del mundo de F1 es un friki de las motos. No solo por su colección de aúpa, sino por su estrecha relación con Valentino Rossi; su mano con MV Agusta y aquella vez que se subió a una MotoGP.
Un garaje valorado en más de 100.000 euros, ¡bendita locura!
Hablar de Lewis Hamilton y los coches es como hacerlo de Valentino Rossi y las motos; ambos nos evocan a su fetiche de cuatro y dos ruedas, respectivamente.
Pero eso no quita para que disfruten de una exuberante pasión por la ciencia opuesta. De hecho, Lewis reconoce que su "primer amor fueron las motos" y antes que competir en la F1, "quería hacerlo en moto".
Hamilton ha mostrado muchas veces su respeto y admiración por MotoGP, y ha admitido que "es un completo shock, verlo me pone de los nervios", en el buen sentido, claro.
El piloto coincidió con la época final de Rossi en MotoGP. Ambos estaban en lo alto, y hubo un patrocinador que les hizo coincidir un soleado día de Cheste: Monster Energy. Los dos amasadores de mundiales se dieron cita en Valencia y allí intercambiaron monturas y surgió la magia.
Rossi a los mandos del Mercedes de Fórmula 1 de 2017, un monoplaza con el que Lewis Hamilton fue campeón del mundo por cuarta vez. A cambio, el inglés se subió a la Yamaha M1 para rodar al mismo tiempo. Dicen las lenguas que Hamilton llegó a accidentarse con esa moto.
También es pepinero a bordo de deportivas. La M1 es el prototipo con el que todos sueñan, pero la Yamaha YZF-R1 del Mundial de Superbikes también es un juguete muy divertido del que el piloto llegó a disfrutar bajo la supervisión del mismísimo Michael van der Mark.
Más allá de las experiencias terrenales de Hamilton con la MotoGP de Rossi, también ha aportado su pequeño granito a la historia de MV Agusta. La firma de Varese es la que verdaderamente encandila a Lewis; una de las más exclusivas del mundo, acorde a su colección de coches y motos.
No se sabe quién fue a buscar a quien, pero resulta que MV Agusta y Hamilton colaboraron para crear y diseñar no una, sino hasta tres motos. La primera, una MV Agusta Dragster RR LH44 para conmemorar su tercer título mundial. Moto artesanal, tricilíndrico de 798 cc, 140 CV a 13.200 vueltas, peso pluma de 168 kilos y unos colores en honor al piloto. Y claro, él se llevó una.
Visto el éxito de aquella moto se lanzaron a por una segunda, y mucho más tocha: una MV Agusta F4 LH44, una gozosa bestia italiana de 50.000 euros y 212 CV de potencia limitada a 44 unidades que es una variante de la F4 RC del WorldSBK. Sus 212 CV lo dicen todo, y el diseño en honor a Hamilton, pues también. Otra que se llevó al garaje.
Y venga, otra más. La tercera y última fue una MV Agusta Brutale 800 RR LH44. Viendo que se agotaban rápidamente estiraron el chicle hasta las 144 unidades, una de ellas para él.
El garaje del piloto de F1 tiene cinco motos, al menos que sepamos. Y puede que haya otra de la que no estemos seguros y que no sea demasiado rápida ni cuaje con su estilo; una Harley-Davidson. Su amor por las motos italianas no se debe solo a MV Agusta, también a Ducati y a una Monster 1200 de 2014, una comedida pero estilosa moto de 135 CV y 10.000 euros (en su día).
Para, que la cosa no termina ahí. Ya hemos visto que le molan los circuitos y las motos de carretera, pero también le pega al offoad con una Honda CRF450RK. De rebote, también supimos que tenía una Harley-Davidson cuando la policía le investigó por hacerse selfies para 'Snapchat' mientras estaba rodando. Entre todas la cifra supera los 120.000 euros.