La invención del casco supuso un antes y un después para la vida de los moteros. De hecho, no ha pasado mucho tiempo desde que se crease hasta nuestros días, sin embargo lo que si ha costado es concienciar a todo el mundo de su uso y de la necesidad de protección que tiene nuestra cabeza.
Hugh Cairns y Charles F. Lombard están considerados como los padres de este equipamiento para el motorista que tantas vidas ha salvado. Pues bien, tras años con la misma normativa, la norma ECE 22.05, Europa ha decidido cambiar sus parámetros con el objetivo de crear cascos más seguros y actualizar las pruebas a la tecnología actual con la ECE 22.06.
ECE 22.06 cascos más seguros y resistentes a todo tipo de impactos, incluso rotacionales
La evolución tecnológica y los nuevos diseños aplicados a los cascos han hecho que las pruebas de homologación existentes hasta ahora se hayan quedado algo obsoletas. Por eso, desde la Unión Europea han preparado una serie de cambios con la nueva normativa ECE 22.06, que sustituiría a la actual ECE 22.05.
El mayor cambio entre estas dos homologaciones están centradas sobre todo en las pruebas de resistencia. A partir de ahora, éstas serán mucho más exigentes incluyendo nuevos puntos de golpeo en el casco, diferentes medidas del objeto que golpea o impactos desde diferentes alturas.
Y es que gracias a los conocimientos y experiencia adquiridos en los últimos años se podrán realizar pruebas más precisas, como en el caso de la de tipo rotacional. Esta simulación se realizará con cascos situados sobre dummies con cabezas de magnesio para simular el agarre de la piel, pudiendo medir el daño derivado de golpes laterales.
Otro añadido importante es la obligatoriedad de realizar las pruebas a los cascos modulares, tanto con la visera cerrada como abierta, un asunto muy controvertido que llevaba años 'sobre la mesa' y que hasta ahora no se ha tenido en cuenta.
Las pruebas de impactos también se realizarán desde diferentes ángulos buscando que los fabricantes no sólo se aseguren de reforzar la zona donde se realizan las pruebas, sino de manera integral. Una medida enfocada sobre todo a los cascos de gama baja, especialmente los que están fabricados en plástico.
Pero no solo los cascos deberán pasar las nuevas pruebas, sino los dispositivos externos. Por ejemplo, si un casco está diseñado para montar accesorios como un sistema de intercomunicación, tendrá que someterse a estos tests tanto con ellos instalados como sin ellos, de forma que se pueda comprobar la posible atenuación del daño del motorista en caso de accidente.
De hecho, sólo se podrán instalar los accesorios que hayan sido evaluados en las pruebas oficiales y su instalación deberá ser fiel a las instrucciones del fabricante, sin posibilidad de modificación alguna. Con esta medida se pretende frenar el uso de adaptadores al casco como cámaras de acción, que en determinadas ocasiones pueden poner en peligro la vida del conductor.
El visor también ha sido otro de los elementos que se han tenido en cuenta a la hora de cambiar la homologación. Ahora deberá soportar el impacto de una bola de acero para saber cómo reacciona ante golpes de partículas o elementos que pudiera encontrar el conductor en su trayectoria. No debería romperse ni ser objeto de deformaciones que pudieran dañar al motorista, mientras que el sistema que soporta al visor no puede separarse en partes.
Con todas estas mejoras que deberán llevar, los cascos puede que sufran un aumento de tamaño, no muy exagerado, pero sí lo suficiente para que sobresalgan.
La nueva normativa de homologación ECE 22.06 llegará definitivamente el 3 de julio. Decir que, pese a este cambio de regulación en la homologación de los cascos, los que estén homologados con la antigua ley 22.05 se podrán seguir utilizando.
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