Probamos el Yamaha XMAX 400: un scooter de largo alcance con capacidad para dos cascos por 6.799 euros
El Yamaha XMAX 400 se renovó en 2017 para revindicarse como uno de los scooter grandes de corte deportivo más solventes del mercado y al mismo tiempo una opción más razonable al todopoderoso Yamaha TMAX 560 que acabamos de conocer recientemente en el Salón de Milán.
Después de haber probado al que posiblemente sea el rival más directo del mercado, el Kymco Xciting S 400, no nos ha quedado otra de ponernos a los mandos de este XMAX 400 y la verdad es que aunque son conceptos muy próximos entre sí, las diferencias son notables.
Yamaha XMAX 400: la madurez hecha scooter
Exteriormente el Yamaha XMAX 400 guarda un lenguaje de diseño muy similar al del resto de la familia de los diapasones. Líneas angulosas, frontal corto, zona media alargada hacia la trasera y modernidad pero con matices sobrios. Esto es bueno porque crea imagen de marca, pero con el riesgo de poder resultar demasiado visto en relativamente poco tiempo. De hecho es casi idéntico al XMAX 300.
En cualquier caso el XMAX 400 es un scooter agradable a la vista, su faro delantero con triple óptica LED tiene una mirada profunda y los intermitentes integrados en la carrocería contribuyen a generar esa percepción de empaque que se replica en la zaga. El ensamblaje es bueno y la calidad de la pintura y de los plásticos se coloca por encima de la media.
Puestos a sus mandos este scooter nos ofrece una vista bien elaborada. Las piñas de mandos están muy bien acabadas, utilizando elementos compartidos con la gama de motos. El cuadro de mandos es grande, con una doble esfera analógica de legibilidad perfecta que entre medias deja espacio a un display digital repleto de información bien ordenada y útil, con parciales que manejaremos desde el puño derecho.
La posición de conducción está muy bien conseguida. El asiento se sitúa a 800 mm del suelo y su anchura no nos deja llegar del todo bien con los dos pies para maniobrar en parado; tendremos que echarnos un poco hacia delante. Hay mucho espacio longitudinal para sentarse, es cómodo y cuenta con un pequeño apoyo en la parte trasera.
Siguiendo las tendencias del mercado, entre las piernas tenemos una gran viga central, pero deja bastante espacio para unas plataformas generosas en las que podremos situar los pies en múltiples posiciones. Las estriberas del pasajero son plegables.
Motor de sobra para un scooter de largo alcance
Pero lo que queremos saber es qué tal se mueve este Yamaha XMAX 400, así que arrancamos el motor y el monocilíndrico cobra vida haciendo latir sus 395 centímetros cúbicos con un sonido bastante contenido, más que el del Kymco Xciting S 400, pero con algo más de vibraciones que se perciben en los mandos y en el trasero.
Empezamos a movernos con comodidad y se nota que Yamaha sabe lo que hace. El tacto del puño derecho es bastante directo con la rueda trasera, pero al mismo tiempo es dosificable y nos permite una conducción muy intuitiva.
Entre las calles de la ciudad el XMAX 400 se mueve con soltura y sus 210 kg de peso en orden de marcha se notan, aunque fluyen entre los coches detenidos en los atascos con bastante facilidad. Resulta fácil de mover especialmente gracias a lo estrecho que resulta, pero sí que es bastante largo, rozando los 2,2 metros de longitud total y 1.567 mm entre ejes.
Dinámicamente, buscando terrenos más despejados, el bastidor de tubo de acero se comporta de una manera correcta. Resulta en scooter muy estable, que pisa con solvencia y que no es perezoso a la hora de entrar en las curvas, teniendo una dirección precisa y consistente. Las llantas de 15 pulgadas delante y 13 detrás no se antojan pequeñas a nivel dinámico.
Las suspensiones también juegan un papel determinante en su comportamiento y si bien tanto la horquilla convencional delantera como el doble amortiguador trasero no brillan en ningún punto, sí que cumplen en todos. El tarado es tirando a confortable delante y un tanto seco detrás.
Sobre el equipo de frenos no podemos decir mucho más aparte de que el XMAX 400 va sobrado. El doble disco delantero de 267 mm tiene potencia y tacto, aunque hunde más de lo deseado el tren delantero al apretar fuerte. Por eso casi haremos más uso de un freno trasero con disco de 267 mm que se mostró realmente efectivo y que acaparará buena parte de las deceleraciones del día a día, manteniendo el conjunto bastante nivelado.
Entrando en zonas rápidas (para un scooter) fue donde quizá esperábamos encontrarnos con más diferencias con respecto al Kymco Xciting S 400, pero lo cierto es que finalmente tendríamos que dar un resultado de empate técnico, y vamos a detenernos un poco para explicarlo.
Con 32,8 CV y 36 Nm de par motor, el XMAX 400 es algo menos potente (-3 CV y -2,4 Nm) que el Kymco, pero curiosamente el segundo lo que tiene es más patada a bajo régimen, aparte de 3 kg más de peso en orden de marcha. En cambio nos dio la sensación de que el Yamaha es más sutil abajo pero a cambio estira y recupera con más soltura. Y es que el XMAX 400 corre con energía.
Desplazándonos en autopista el motor del Yamaha XMAX 400 hace gala de un motor bien puesto a punto que parece que no va a andar tanto como lo hace realmente, manteniendo velocidades de crucero elevadas sin despeinarse lo más mínimo. Sí tenemos que apuntar que anda bastante, pero no tanto como nos dice el cuadro de mandos, en el que detectamos una desviación en el velocímetro por encima de lo habitual.
Es un scooter que no es brusco pero pega fuerte, así que nunca está de más contar con el control de tracción que equipa de serie, para tener un guardaespaldas si en algún momento el agarre no es el óptimo. Sólo lo vimos saltar sobre el suelo liso de un aparcamiento.
Mucha capacidad de carga y muy bien repartida
Debajo del asiento nos encontramos uno de los puntos fuertes de este Yamaha XMAX 400. Si por fuera parece un scooter de dimensiones bastante contenidas, una vez que destapamos el asiento nos regalan desde Iwata una de las mejores capacidades con espacio para dos cascos integrales y algo más de sitio de sobra. Las formas son muy regulares y también cuenta con iluminación interior LED.
Y es que la practicidad es uno de los puntos fuertes de este scooter, porque además en la parte delantera tenemos dos grandes guanteras de formas regulares y apertura amplia (una con bloqueo y otra sin él). El arranque sin llave también es otro gran aliado del XMAX 400, resultando su utilización muy cómoda y usando el mando del contacto para abrir todas las cerraduras y el bloqueo de la dirección.
El precio del Yamaha XMAX es de 6.799 euros, un precio que no es barato para un scooter pero se nos antoja bastante acertado si lo comparamos con los 7.399 euros del Suzuki Burgman 400 o los 6.399 del que debería ser su rival directo, el Kymco Xciting S 400.
En cuanto al consumo también tenemos que reconocer que en Iwata han hecho un buen trabajo porque han conseguido un scooter de tamaño grande que sin ser ligero ni especialmente austero, sí consigue una buena autonomía gracias a un consumo que nos arrojó un dato de 4,2 litros a los 100 km para un depósito de 13 litros.
En resumidas cuentas, el Yamaha XMAX 400 es el triunfo de la razón con un producto maduro y bien planteado. Es cierto que quizá para un usuario medio no es necesario tanto motor y el XMAX 300 resulta más ligero y económico, pero este extra de potencia no le sienta nada mal para quien busque un scooter solvente en terreno abierto.
Bien acabado, con buena capacidad, cómodo y resolutivo, el XMAX 400 está en el mercado porque el público lo demanda, y la respuesta de Yamaha es tan acertada como un scooter que puede hacer prácticamente lo mismo que el laureado TMAX, pero por casi la mitad de precio.
Yamaha XMAX 400 2019 - Valoración
7.3
A favor
- Postura confortable
- Capacidad de carga sorprendente
- Calidad de acabados por encima de la media
- Capacidad de recuperación y estirada
En contra
- Vibraciones perceptibles
- El velocímetro exagera
- Suspensión trasera seca
- El caballete roza pronto
Yamaha XMAX 400 2019 - Ficha técnica
Motor | ||
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Tipo | Monocilíndrico, refrigerado por líquido, 4 tiempos, DOHC | |
Cilindrada | 395 cc | |
Diámetro x carrera | 83,0 mm x 73,0 mm | |
Relación de compresión | 10,6 : 1 | |
Potencia máxima | 32,8 cv (24,5 kW) a 7.000 rpm | |
Par máximo | 36,0 Nm a 6.000 rpm | |
Sistema de lubricación | Cárter húmedo | |
Sistema de combustible | Inyección de combustible | |
Sistema de encendido | TCI | |
Sistema de arranque | Eléctrico | |
Sistema de transmisión | Correa trapezoidal automática | |
Consumo | 4,18 l/100km | |
Emisiones | 96 g/km | |
Chasis | ||
Suspensión delantera | Horquillas telescópicas, 110 mm de recorrido | |
Sistema de suspensión trasera | Unidad oscilante, 107 mm de recorrido | |
Freno delantero | Doble disco hidráulico, 267 mm | |
Freno trasero | Doble disco hidráulico, 267 mm | |
Neumático delantero | 120/70-15 | |
Neumático trasero | 150/70-13 | |
Dimensiones | ||
Longitud | 2.185 mm | |
Anchura | 766 mm | |
Altura | 1.415 | |
Altura del asiento | 800 mm | |
Distancia entre ejes | 1.567 mm | |
Distancia mínima al suelo | 90 mm | |
Peso en orden de marcha | 210 kg | |
Capacidad del depósito de combustible | 13 litros | |
Precio | 6.799 euros |