SYM Symphony ST 125, prueba (características y curiosidades)

Hace poco más de una semana hablábamos de la última novedad que ha llegado a España de la mano de SYM. Se trata de la SYM Symphony ST 125, la cual hemos podido probar hace escasos días en Barcelona de la mano de Motos Bordoy, el importador oficial de la Sanyang Motor. Aunque la mala suerte quiso que fuese un día pasado por lluvia con lo que no hemos podido extraer todas las conclusiones que hubiésemos querido.

Aun así la nueva SYM Symphony ST 125 nos ha dejado un primer sabor de boca muy bueno, tanto en calidades como en el confort de marcha y estabilidad. Por algo precisamente la gente de SYM decían que ya no es una Symphony a pesar de mantener el nombre y para ellos es la SYM ST. Toda una declaración de intenciones. Pero no adelantemos acontecimientos todavía.

SYM Symphony ST 125, rompiendo con la generación anterior

Como decíamos, SYM ha roto completamente con el Symphony anterior al presentar este nuevo SYM Symphony ST 125. No es la primera vez que lo digo y seguramente tampoco será la última pero durante todos estos años, la progresión en la calidad de SYM ha dado pasos de gigantes constantemente.

Normalmente estás acostumbrado a que las marcas vayan paso a paso con cada uno de sus nuevos modelos pero SYM, con cada nuevo modelo, no da un paso sino que da un salto... triple. Y esto se puede ver de nuevo en el recién presentado 125.

Para empezar su motor es completamente nuevo. De hecho, es el primer modelo SYM que lo equipa. Con código interno ANM, es la tercera evolución tras el ABA y el ANA (el que equipaba hasta ahora el Symphony) en el que han ido incrementando sus prestaciones y reduciendo tanto las emisiones como el consumo de gasolina. En la siguiente tabla comparativa podemos ver sus características en profundidad.

Como podemos observar, las ganancias en todos los apartados son más que notables, siendo muy superior en prestaciones a su predecesor ya no sólo en potencia y par nominal sino en la curva durante todo el rango de revoluciones que le permite acelerar más y mejor. Su alimentación sigue siendo mediante un carburador.

Uno de los detalles que nos llamaron la atención y que a la vez nos gustó mucho es que a pesar de ser un nuevo propulsor, no abandona la posibilidad de arranque a pedal para cuando nos quedamos sin batería. Evita así que nos quedemos tirados y tengamos que llamar a la grúa en caso de quedarnos bajos de carga eléctrica. Probamos a arrancar con ella un par de veces y lo hacía con una facilidad asombrosa.

Por supuesto no se han olvidado del tratamiento cerámico en la superficie del cilindro para minimizar el desgaste y mejorar la eficiencia, también con el uso de materiales más ligeros, con menos fricciones internas como los rodamientos sellados de la distribución entre otros. El pistón es también en comparación con el anterior de carrera larga, una construcción que beneficia el par a menores vueltas.

SYM Symphony ST 125, estética cuidada y óptima parte de ciclo

El chasis también es de nueva factura y sus cotas son muy similares a las de su rival directo en el segmento, en Honda Scoopy SH125i. La carrocería ha sido diseñada en Italia pensando en todo momento en los gustos y también en el tamaño de los europeos por lo que aunque a la vista se aprecie compacto, su habitabilidad a los mandos es más que correcta independientemente de la altura del conductor.

A pesar de ser un modelo de los denominados “rueda alta”, que siempre condiciona el espacio bajo el asiento, cuenta con un hueco más que suficiente para guardar un casco integral. También debajo del asiento observamos el interruptor cortacorrientes que impide el arranque del scooter una vez accionado, poniéndoselo un poco más difícil a los amigos de lo ajeno.

La apertura del asiento se hace de forma remota desde el clausor de contacto. Incluso se ha tenido en cuenta el poder abrir el asiento con el motor en marcha sin girar la llave y para ello, desde el botón del cambio de luces cruce/carretera podemos también acceder al hueco.

Estos detalles o el de la instrumentación completamente innovadora hace como decíamos que el SYM Symphony ST 125 haya dando un salto tremendo en calidad y acabados. Y hablamos de la instrumentación porque está formada por un cuadro que, mediante un botón nos permite intercambiar la información del velocímetro y cuenta revoluciones a nuestro gusto.

Para ello sólo tenemos que poner el pequeño display que nos muestra el reloj en la selección de voltímetro. Una vez hecho, dejamos pulsado el botón de Mode y la aguja pasará a informar de la velocidad mientras que el segundo display digital ubicado debajo hará las veces de tacómetro. Si volvemos a pulsar, la información rotará y el velocímetro pasará a estar abajo y la aguja marcará las revoluciones del motor.

Una solución fantástica para adaptar el cuadro a nuestros gustos pero que nos dejó un pequeño sabor agridulce porque su contraste era bajo y no se veía correctamente. Por suerte y tal y como nos dijeron, la fábrica ya está trabajando en ello para solucionar este pequeño inconveniente hallado en las primeras unidades.

Delante una óptica multiconvex es la encargada de iluminar nuestro camino mientras que debajo, sendas tiras LED hacen las veces de luz de posición al lado de los intermitentes. Se prescinde del botón de encendido de luces que ya no está en la piña izquierda del manillar por lo que no corremos el riesgo de que se nos olviden apagadas al circular.

A los lados tenemos los denominados “Winker Bumpers”, unas protecciones en símil de carbono (acabado que también encontramos en el protector de escape). Y seguimos con detalles que no encontrábamos antes como los resposapiés del pasajero abatibles. Normalmente para ahorrar costes los reposapiés se integran en la plataforma, algo que no encontramos en el SYM Symphony ST 125. Como tampoco encontramos la pata lateral con plegado por muelle que tantos sustos dan a veces. Ahora lleva una pata normal con interruptor que impide el arranque cuando está desplegada.

Además de la plataforma plana, la guantera tras el escudo (donde también hay un gancho para llevar bolsas) cuenta con cerradura con llave y dentro una toma de corriente para que podamos recargar nuestro teléfono mientras circulamos. Detrás, incorpora una parrilla fabricada en fundición de aluminio con tratamiento antideslizante en su parte superior. Otro detalle es los contrapesos en el manillar, novedad en el Symphony.

Por último en cuanto a suspensiones y frenos, delante tenemos una horquilla convencional que funciona en combinación del doble amortiguador trasero con regulación de precarga en tres posiciones, algo que el anterior modelo no incorporaba.

Los frenos han crecido en dimensiones hasta un sobredimensionado disco delantero de 260 mm con pinza de doble pistón. Detrás, 240 mm de disco con pinza de pistón simple. Van anclados a llantas de diez radios de aluminio de 16 pulgadas con neumáticos de dimensiones idénticas tanto delante como detrás: 110/70 x 16”.

De momento su carta de recomendación pinta muy bien pero habrá que ver cómo se comportó bajo la lluvia de Barcelona. Lo sabremos mañana.

Continuará...

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