Qué disgustos nos hacen pasar algunos. En este caso no es uno, sino 100 disgustos juntos porque una colección completa de 100 motocicletas ha sido totalmente destruida en Filipinas sin ninguna piedad, por orden expresa del presidente Rodrigo Duterte.
La colección constaba de 122 vehículos, pero el total de 100 motos fueron dispuestas en perfecta formación, ordenadas por colores en una alineación casi militar para preparar un espectáculo dantesco. Una cantidad ingente de Vespa fueron las protagonistas principales de la masacre, pero también Triumph, BMW y Harley-Davidson.
Una lección que a los contrabandistas les da exactamente igual
Ver a la enorme excavadora Volvo pasar por encima de ese indefenso grupo de motos de manera totalmente despiadada pone los pelos de punta, pero el plato fuerte llega al final de la hilera cuando el operario se deleita aplastando con el cazo tres unidades.
En total la destrucción del material ha ascendido a unos nada despreciables 600.000 euros. Todos los vehículos fueron incautados en una operación militar en contra de la droga. Tanto las motos como los coches destruidos eran parte de la red de distribución de sustancias prohibidas y decidió de manera personal destruirlas para dar un ejemplo.
En contra de lo que suele ocurrir, Duterte es un usuario habitual de motocicletas y suele montar por ocio, por lo que cuando la excavadora procedió sobre la Harley-Davidson comentó que "fue como si me hubiera golpeado yo mismo en la nuca. Qué desperdicio".