Los autobuses de Barcelona se están hinchando a poner multas con sus nuevas cámaras de IA: 2.500 sanciones, y solo las llevan cuatro buses

Los autobuses de Barcelona se están hinchando a poner multas con sus nuevas cámaras de IA: 2.500 sanciones, y solo las llevan cuatro buses
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Los autobuses urbanos de Barcelona se han convertido en patrullas rodantes. Y la literalidad del asunto es seria. No llevan agentes a bordo, pero sí un nuevo sistema de cámaras inteligentes con inteligencia artificial que ponen multas. Por el momento es un programa piloto.

Los datos son bastante impresionantes. Estas cámaras con IA en los buses, han puesto en solo un mes nada menos que 2.500 hipotéticas infracciones (para análisis de viabilidad) por uso indebido del carril bus. Y lo más llamativo: la cifra sale de tan solo cuatro autobuses.

Multas de entre 60 y 200 euros

Se trata de una prueba piloto impulsada por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) en colaboración con el Ayuntamiento y la Fira, y con tecnología desarrollada por Hayden AI, una empresa estadounidense especializada en sistemas de control automatizado.

Los dispositivos van montados en cuatro vehículos de las líneas H12 y D20 y se encargan de vigilar en tiempo real los carriles reservados, detectando quién se cuela donde no debe. Una actitud bastante común, y sancionable al mismo tiempo.

El sistema no solo identifica matrículas, sino que es capaz de distinguir entre diferentes tipos de vehículos, permitiendo circular a taxis y servicios de emergencia, y cazando a coches y motos que aparcan o invaden ilegalmente el carril.

Carril 2 2025

Por ahora, las matrículas detectadas se anonimizan en las imágenes, aunque el objetivo final es registrar las que incumplen la norma para tramitar automáticamente las multas, que oscilan entre 60 y 200 euros.

La idea, por ahora, no es multar sin control: todo lo que detecta la IA pasa una revisión humana para validar cada infracción. Aun así, los datos apuntan a un futuro muy automatizado si el experimento se extiende. Con solo cuatro buses ya se han cazado más de 80 infractores al día.

Bus 3 2025

Barcelona no es pionera en esto. En Nueva York, donde llevan años con este tipo de sistemas embarcados, las multas por invadir el carril bus se han multiplicado por seis y la recaudación municipal supera ya los 20 millones de dólares al año. Otras ciudades como Madrid también están probando un modelo similar.

Más allá del afán recaudatorio, el objetivo es ganar fluidez en las líneas de autobús y reducir los accidentes. En Estados Unidos, este tipo de tecnología ha logrado mejorar la velocidad media de los trayectos en un 5 % y reducir los siniestros hasta un 20 %. Barcelona ahora se suma a esta revolución móvil, aunque lo hace poco a poco y bajo vigilancia humana. Por ahora.

Imágenes | MAPFRE, Ayuntamiento de Barcelona

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