
Una Suzuki UH 125 Burgman ha sido protagonista voluntaria de una escena que parece sacada de una película de acción, pero que ha ocurrido este fin de semana en Roquetas de Mar (Almería).
La madrugada del sábado 14 de junio, un motorista de 31 años desató una peligrosa persecución al negarse a detenerse ante la Guardia Civil. El resultado: dos agentes heridos, varios disparos de táser, una caída de más de cinco metros y un arrestado que terminó en el hospital tras intentar autolesionarse. Muy peliculero, pero a la española.
Acabaron cayendo por una pendiente de más de cinco metros
Todo comenzó sobre las 4:40 de la madrugada en Aguadulce, cuando una patrulla observó a un individuo manipulando el móvil mientras pilotaba una Suzuki Burgman 125. Partiendo de la base de que ir con el móvil en la moto ya tiene su aquel, la cosa solo acaba de empezar.
Al darle el alto, el conductor —que no tenía carné de conducir— decidió huir, saltándose una señal de stop y lanzándose a toda velocidad por las calles del municipio.
La escapada terminó en una calle sin salida. Allí, acorralado, el motorista giró bruscamente 180 grados y embistió de frente a los agentes. Ante la amenaza directa, uno de los guardias civiles utilizó su pistola eléctrica táser. El primer disparo no surtió efecto; el segundo logró detenerlo parcialmente.
Pero el individuo, todavía combativo, se revolvió y, en un intento desesperado por escapar, se arrojó escaleras abajo junto a uno de los agentes. Ambos cayeron por una pendiente de más de cinco metros. El agente resultó herido con una posible fractura de hombro y tuvo que ser evacuado al Hospital Universitario del Poniente.
Y si pensabas que la cos termina ahí... No, la persecución aún no había terminado. Dos agentes más continuaron a pie por el paseo marítimo hasta interceptar finalmente al fugado. Para inmovilizarlo fue necesario emplear spray de defensa personal debido a su actitud violenta. Incluso después de ser reducido y trasladado a dependencias oficiales, el detenido comenzó a golpearse la cabeza reiteradamente, lo que obligó a su traslado a urgencias en Roquetas de Mar, donde continuó intentando autolesionarse frente al personal médico.
La asociación profesional Jucil ha confirmado que dos agentes resultaron heridos en el operativo. El detenido está acusado de varios delitos: conducción sin carné, atentado a la autoridad y resistencia grave. Todo, a lomos de un scooter de 125. Surrealista.
Imágenes | DGT, Guardia Civil