Que en China se fijan en los modelos europeos a la hora de lanzar sus propias motos no es ningún secreto. Pero una cosa es fijarse y otra distinta es calcar prácticamente los diseños. Lo de las copias chinas es algo que lleva años dando dolores de cabeza a muchos fabricantes y no solo en el sector de las dos ruedas.
En algunas ocasiones, estas imitaciones (no siempre chinas) se muestran en salones como el EICMA de Milán, bajo la atenta mirada del Grupo Piaggio. Es raro el año que no tiene que denunciar a algún fabricante por diseños que atentan contra la propiedad intelectual de alguno de sus modelos. A finales de 2019 le tocó enfrentarse a Motolux y Dayi Motor.
Las copias de la Vespa Primavera que estuvieron en el pasado salón de Milán
La historia se repitió en 2019 y el departamento legal del Grupo Piaggio tuvo trabajo en el último salón italiano. El motivo fue la presencia de dos copias bastante descaradas de la Vespa Primera de 125 cc, un modelo que prácticamente plagiaron los fabricantes Dayi Motor y Motolux.
El primero de ellos es de origen chino, mientras que Motolux tiene su sede en Turquía. De hecho, en alguna ocasión hasta firmas europeas se han visto envueltas en estos problemas de propiedad intelectual, como fue el caso de la alemana Kumpan.
Las dos marcas se habían beneficiado de un diseño registrado a nombre de una persona de nacionalidad china, un trabajo que ha sido declarado nulo por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europa.
Esto se debe a que durante el proceso de investigación han encontrado diversas similitudes en la forma, la estructura, la barra de dirección y el manillar. De hecho, las motos fueron retiradas de los stands de estos fabricantes tras la denuncia por parte de Piaggio y ahora las autoridades competentes le dan dado la razón a los de Pontedera.
Quizá recuerdes casos parecidos como el de 2011, en el que la Guardia di Finanza retiró del EICMA 2011 el scooter de tres ruedas YB 250 ZKT por su sospechoso parecido con el Piaggio MP3. En 2013 incluso fue peor, ya que se llevaron once scooters distintos de los stands de hasta siete marcas. Entre estas se encontraban los del fabricante chino Taizhou Zhongneng, que se atrevió (sin éxito) a pedirle al juez que se cancelara la patente que Vespa tiene en exclusiva.
Ni que decir tiene que la venta de estas motos puede prohibirse en Europa pero en su país de origen difícilmente desaparecerán y se seguirán vendiendo, mientras que Piaggio y otros fabricantes como BMW y Ducati esperan que esta situación cambie algún día.
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