
Mientras Rusia ya había mostrado su preferencia por motos de enduro como vehículos rápidos de apoyo en combate, Ucrania no se ha quedado atrás. La guerra allí también tiene que ver con las motos, que se usan como elemento de movilidad en ambos ejércitos.
Desde mayo de 2025, el Regimiento Skala 425 ha incorporado motos ligeras a su despliegue, junto a tanques y drones. Esta unidad especial, bautizada así por su fundador Yuriy Harkaviy ("Skala" significa "roca"), ha sorprendido por su pragmatismo, digamos, pues no son motos militares sofisticadas precisamente, sino de modelos económicos y muy accesibles.
Una enduro civil al servicio del ejército
El modelo elegido por Ucrania es la Forte Cross XSR 300, una moto de enduro de fabricación china, comercializada en Ucrania bajo la marca local Forte. Se trata de una moto diseñada originalmente para el uso civil, que ha sido llevada al frente prácticamente en su configuración original, sin camuflaje ni grandes modificaciones. O sea, como la comprarías tú, la tienen ellos.
Esto habla tanto de su simplicidad como de su disponibilidad. En un conflicto donde la logística lo es todo, una moto fácil de mantener, reparar y reemplazar puede marcar la diferencia. Y parece que la está marcando.
Ligera, simple y resistente. Con un peso de 123 kg sin líquidos, la Forte XSR 300 es notablemente ligera, lo que facilita su uso en terrenos complicados o para maniobras rápidas. Su depósito de 9,5 litros les da una autonomía decente para incursiones tácticas, exploración o transporte rápido de personal (van de dos en dos).
El motor es un monocilíndrico de 4 tiempos refrigerado por aire, con 250 cc y una potencia de 19 CV a 7.000 vueltas. Está equipado con una caja de cinco velocidades y transmisión final por cadena. No hay sofisticaciones electrónicas: no hay inyección, no hay control de tracción y, desde luego, no hay ABS.
La XSR 300 monta llantas de radios de 21 pulgadas delante y 18 pulgadas detrás, un formato típico en las motos de enduro puras. La horquilla telescópica delantera y el amortiguador central trasero ofrecen un recorrido más que suficiente para moverse fuera del asfalto con soltura. Y si algo falla, es fácil de reparar. Nada de sensores ni centralitas. Solo mecánica básica; mecánica china.
Precio de combate: 1.500 euros. Sin homologación para Europa y sin cumplir con las normativas de emisiones de la UE, la Forte Cross XSR 300 no está pensada para nuestros mercados. Pero en el frente ucraniano, es un arma más. Con un precio de apenas 1.500 euros al cambio, se convierte en una opción desechable que es para lo que es.
El uso militar de motos no es nuevo, pero la guerra moderna ha vuelto a ponerlas sobre la mesa. Ligera, barata y reparable, cumple su papel sin aspavientos. No es una KTM, ni una Yamaha WR, pero en el barro de la guerra, su sencillez puede ser su mayor virtud.
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