A 200 km/h con una BMW S 1000 RR con la excusa de salvar vidas. Solo podía pasar en la Isla de Man

Un médico muy particular, que en vez de bata lleva mono de moto y estetoscopio en la mochila de emergencias.... Era el Flying Doctor, la leyenda

Hinds
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
john-fernandez

John Fernández

El Tourist Trophy de la Isla de Man está lleno de héroes (para los que lo vemos con ciertos ojitos). Algunos visten mono de cuero y casco, otros guardan silencio en los márgenes de la carretera esperando lo inevitable.

Y hubo uno que lo hacía subido también en moto, con un fonendo en lugar de cronómetro. Se llamaba John Hinds, pero en el paddock todo el mundo lo conocía como 'The Flying Doctor'; el doctor que volaba.

Siempre tuvo aura de leyenda en las 'road races'

Mientras los pilotos buscaban la gloria a más de 300 km/h, él iba tras ellos con una Kawasaki o BMW medicalizada, rodando a su mismo ritmo. Cuando la tragedia golpeaba (y en el TT siempre golpea), Hinds llegaba el primero. No en ambulancia, no en helicóptero, sino a dos ruedas, derrapando en las mismas curvas que acababan de cobrarse una caída.

Su idea era sencilla y brutal a la vez: "La única forma de salvar una vida en el TT es estar allí antes que nadie". Y por eso aceleraba como un piloto más, con la diferencia de que en sus alforjas no había trofeos, sino material de reanimación.

Hinds no solo era médico: era anestesista y especialista en cuidados intensivos en Irlanda del Norte. Pero en el mundo de las road races se convirtió en un mito silencioso. Su apodo, Flying Doctor, no era un adorno romántico, era literal que volaba con la moto; volaba por los circuitos urbanos de la North West 200, del Ulster GP y de la Isla de Man, dispuesto a jugarse la vida para proteger la de los demás.

Jhon Hinds

Durante casi todos los años de servicio tenía historias para helar la sangre tras los accidentes, muchos acababan en tragedia, otros con final feliz. Una caso que, pese a lo acontecido, merece la pena recordar, es el de Franck Petricola. El piloto, que falleció en la pasada edición del Tourist Trophy, volvía a los ruedos después de haberse recuperado de una gravísima caída durante los entrenamientos libres de la North West 200 de 2014. Fue el propio doctor Hinds quien llegó a los pocos segundos en primera instancia y se encontró con las numerosas fracturas y fuerte traumatismo del piloto galo. Petricola fue después llevado en helicóptero al Hospital Reina Victoria de Belfast.

Sin embargo, su historia terminó demasiado pronto. En 2015, con apenas 35 años, John Hinds perdió la vida en un accidente mientras participaba como médico voluntario en una exhibición. El TT quedó huérfano de su ángel de la guarda, y la comunidad médica de Irlanda del Norte perdió a uno de los grandes defensores de un servicio de emergencias aéreas más sólido, una causa por la que peleó hasta el final.

Hinds4

Hoy, casi una década después, su figura sigue apareciendo cada vez que un piloto se juega el pellejo en la Montaña de Snaefell. Porque el Flying Doctor no corría por victorias, corría contra la muerte. Y durante años, en la Isla de Man, fue el único capaz de ganarle unas cuantas carreras.

Imágenes | TT Isla de Man

En Motorpasión Moto | Parece un enorme alerón a lo F1, pero es el último invento loco para hacer que las motos corran más tumbando menos

Inicio