Marc Márquez recuperó el liderato en Jerez y ahora intentará romper la igualdad de MotoGP
El mundial de MotoGP de 2019 es uno de los más apretados de la historia. Nueve puntos separan a los cuatro primeros clasificados que, para colmo, pilotan motos de cuatro marcas diferentes. Un espectáculo sin igual que promete hacernos disfrutar durante toda la temporada, pero que tiene una seria amenaza: Marc Márquez.
Y es que en este caso la clasificación del Campeonato del Mundo son los árboles que no dejan ver el bosque: Márquez se ha escapado en solitario en tres de las cuatro carreras disputadas, y en la otra peleó por la victoria hasta la última vuelta y terminó segundo. Solo la caída de Austin permite ese espejismo que es el denominado mundial más igualado de la historia.
Tres escapadas en cuatro carreras
El abuso de Marc Márquez en Jerez es especialmente preocupante para sus rivales por donde se produce: en un circuito en el que no era especialmente dominante y donde "solo" había ganado dos veces antes en MotoGP. Que gane Márquez en Jerez entra dentro de lo que puede pasar, que gane escapándose hace pensar en año de dominio del español.
El circuito de Jerez no es como Austin o Termas de Río Hondo, patios de juegos de Marc Márquez donde lo complicado es que no se escape. La pista andaluza, con su gran agarre, no había sido tradicionalmente uno de esos lugares talismán de Márquez. Solo había ganado aquí en 2014 y 2018, y ambas terminaron siendo temporadas de arrase del piloto de Honda.
Hasta el propio Valentino Rossi ha tenido que rendirse a la evidencia y reconocer que "Márquez es el mejor piloto y, además, tiene la mejor moto". El italiano consiguió seguir minimizando daños en Jerez acabando sexto, y se mantiene a tan solo nueve puntos de Márquez, pero parece resignarse ante el catalán.
El italiano afirma que "el verdadero problema en la clasificación se llama Márquez" y explica que, aunque no se puede considerar que el español gane por su moto, "la Honda es buena y Márquez es el piloto que mejor la interpreta". Rossi lleva sin ganar desde Assen 2017 y empieza a ver que para llevarse este mundial va a hacer falta algo más que ser regular.
En Jerez, Marc Márquez consiguió una victoria de principio a fin, ya que se puso líder en la salida y comenzó una escapada en solitario que nadie pudo seguir. Solo Franco Morbidelli trató de aguantarle el ritmo durante unas vueltas y terminó pagándolo caro: el italiano se quedó sin gomas a mitad de carreras y cayó hasta la séptima posición.
No es la primera vez que Márquez galopa en solitario esta temporada. Ya en Argentina consiguió la mayor victoria de toda su carrera deportiva. Nunca antes el heptacampeón del mundo había conseguido tanta renta a lo largo de una carrera, lo que habla de un piloto que, pese a haberlo ganado todo varias veces, sigue sin perder el hambre.
La sensación es que el mundial se mantiene vivo porque a Márquez le salió cruz en dos momentos clave: el duelo cuerpo a cuerpo con Andrea Dovizioso en Catar y la caída en Austin cuando rodaba en solitario. Si esas dos acciones se hubiesen decantado del lado del español estaríamos hablando de registros similares a los de 2014, en lugar de hablar del mundial más igualado de la historia.
Y ahora llega Le Mans, otro circuito de historial parecido a Jerez en cuanto a la trayectoria de Márquez. El de Honda solo ha ganado allí en 2014 y 2018, como en Jerez, y un nuevo triunfo podría significar desconectar la respiración artificial del mundial más igualado de la historia y comenzar una nueva cabalgada en solitario hacia la sexta corona de MotoGP.