Es muy habitual encontrar motos cuyos dueños han instalado manetas o hasta asientos calefactables. Una modificación rápida, económica y muy útil para el invierno. Sin embargo, los asientos calefactables son algo más extraños de ver. Un rara avis que algunos fabricantes incluyen en sus motos más topes de gama, y otros prestigiosos preparadores como Wunderlich ya ofrecen.
Pues las motos BMW prepara algo tan surrealista como posiblemente funcional: un juego psicológico para calentarse. La fábrica bávara ya tiene en su haber un curioso sistema para calentar el asiento de tu moto que quiere engañar a tu cerebro para conducir más cómodo a través de una pantalla bajo tus nalgas.
El asiento tendrá hasta una luz que emitirá un color rojo para dar mayor sensación térmica
BMW está yendo más allá en el futuro de las motos. Parece que los inventos del futuro ya no son tan del futuro, y están en el presente. No hay más que ver sus últimas invenciones como el asiento retráctil en el que solo ellos han pensado o el sistema de refrigeración adaptativo.
En verdad BMW no ha inventado nada nuevo, sino que ha aplicado algo tan básico que ya existe a las motos. En las dos últimas patentes registradas se puede entender muy fácilmente lo que proponen. Los registros revelados por Cycle World se aprecia una primera figura que parece un tipo de proyector, situado bajo el asiento que emite una luz.
Esa lámpara proyecta luz sobre una superficie inferior visible bajo el asiento, y bien podría proyectar colores o logos, según revela la propia marca Bien podría utilizarse con un color verde para representar el estado de carga de una moto eléctrica. Sería como una pantalla en el mismo asiento con información.
Lo interesante viene en la segunda de ellas, donde el proyector ilumina el asiento de rojo cuando el calentador del asiento está encendido. Utiliza una película electroluminiscente emisora de luz en el borde del asiento por delante del motorista para que la parte visible quede de color rojo.
Eso mostraría el color de los asientos calefactables que, además de funcionar como tal, propone que el propio asiento se ilumine de rojo para dar más sensación térmica, o lo que busca BMW, jugar con la psicología. Prefieren eso que poner un simple indicador en el manillar.
Así lo explican los alemanes en su patente: "Es bien sabido que la percepción humana del calor puede verse influida por los colores. Al menos a partir de experiencias cotidianas, la gente asocia el calor con el color rojo. Como resultado, el rojo o los colores rojizos siempre evocan una sensación de calor en los humanos, independientemente de la temperatura ambiente real".
Además del calor que emita el asiento propiamente a través del sistema calefactable, la idea es que el piloto asimile el calor psicológicamente a través de la luz. Un juego para "experimentar un efecto cálido". Y no, hoy no es April Fool's.