Parece que lo obvio al encontrarnos una línea continua es no rebasarla; no adelantar. No es tan obvio, y hay muchos más adelantamientos temerarios de los que podríamos pensar. Así que a situaciones desesperadas, medidas desesperadas.
Es por ese motivo que en España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una medida que sorprende a los conductores en nuestras carreteras, y que han importado de Reino Unido: líneas rojas.
Las líneas rojas han empezado a aparecer en varias carreteras españolas
El cuento se cuenta casi por sí mismo cuando hablamos de la apodada como "Carretera de la muerte". Un tramo de carretera en la A-355 que transcurre entre Coín hasta Marbella, y viceversa. En un principio se esperaba un tráfico diario aproximado de 7.000 vehículos diarios. Ahora es de 20.000.
La alta siniestralidad dejó una cifra de diez accidentes mortales en ese tramo en 12 meses. El ayuntamiento del municipio junto con la DGT han ido implementando medidas como radares pedagógicos, carteles... Y ahora, una línea roja importada de UK.
Para evitar que los conductores se salten la línea continua, han dibujado una enorme y gruesa línea roja para enfatizar la prohibición. Más claro, agua; es imposible no verla, no saber que está prohibido adelantar. Y eso que hasta ahora el tramo ya tenía una doble línea continua.
Lo que consideran como una "medida disuasoria" también se ha podido ver en otros tramos de España, como en Asturias. Por el momento es una medida minoritaria pero altamente llamativa.
Recordemos que no respetar una línea continua, según el artículo 167 del Reglamento General de Circulación, conlleva una multa de 400 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir. Pero lo peor no es eso; lo peor es provocar un accidente debido a la supuesta nula visibilidad, motivo por el que hay una prohibición.
Esta idea es altamente efectiva y visual, y no es de la DGT. En Reino Unido, nuestro ejemplo más cercano, lleva años utilizándose, aunque con usos variopintos. Por ejemplo, se pone en los bordes de la calzada, indicando que no se puede aparcar en lugares importantes, como hospitales.
Para separar los dos espacios de carretera y remarcar la prohibición de entrar en el otro carril, una enorme franja roja separa ambos espacios. Es algo que también se hace en Singapur.