Estética de H2, 45 CV y menos peso para la Kawasaki Ninja 400. ¡Sin complejos!

La más popular y accesible de las Ninja se renueva para la temporada 2018 y se aleja del concepto de 300 cc. Con un motor más potente y una estética mucho más agresiva, la Kawasaki Ninja 400 llega dispuesta a comerse a todos los que buscan un concepto agresivo y dinámico más allá del carnet A2.

Manteniendo su concepto ligero y actual, la Ninja 400 posiblemente se convierta en una de las superventas del segmento de deportivas pequeñas, un planteamiento muy atractivo con inspiración en las Kawasaki H2 y ZX-10R que con una potencia máxima de 45 cv para hacer las delicias de todos los que vengan con el carnet A2 calentito.

Kawasaki Ninja 400, el terror del A2

Salta a la vista que la Kawasaki Ninja 400 se está convirtiendo en un producto maduro que goza de la plena confianza de la firma de Akashi. De un primer vistazo podemos comprobar la constante y acertada evolución de un modelo que ahora se deja influenciar por los grandes estandartes deportivos de la marca sin ningún tipo de pudor.

La carrocería no tiene nada que envidiar a sus hermanas mayores de la familia Ninja con una carrocería angulosa, de generosas dimensiones y muy agresiva que se complementa con iluminación LED tanto en los faros delanteros como en el piloto trasero. El resultado es un look moderno y sin complejos que hará las delicias de los más jóvenes.

Como guinda del pastel exterior tenemos una instrumentación que combina una gran esfera analógica con una pantalla digital partida, la misma que equipa la Ninja 650 y que incluye toda la información que podamos necesitar, hasta el siempre útil indicador de marcha engranada.

Debajo de sus ropajes nos encontramos con unas tripas que cambian considerablemente con respecto a la Ninja 300 anterior. Su chasis multitubular de acero es ahora más rígido empleando al motor como elemento estructural y recibe refuerzos como una placa para el anclaje del basculante en su parte posterior. Las suspensiones también se han afinado para ofrecer un comportamiento más firme con una horquilla delantera de 41 mm de diámetro de botellas más recias.

Pero donde más esfuerzos se han invertido es en el motor. El conocido propulsor bicilíndrico en paralelo eleva su cilindrada hasta los 399 centímetros cúbicos para dejar atrás a su antecesora, ofreciendo una considerable mejora que lleva a la 400 hasta los 45 caballos a 10.500 revoluciones y un par motor de 38 Nm a 8.000 rpm.

Para conseguirlo se ha modificado prácticamente todo, desde el bloque hasta la admisión, simplificando el diseño y haciendo un motor más compacto que al mismo tiempo contribuyendo a rebajar el peso final del conjunto. Se ha trabajado a fondo en Japón para que el peso final sea contenido, y el resultado es que la nueva Ninja 400 ahorra 8 kg con respecto a la 300 quedándose en 164 kg en orden de marcha.

Otro complemento novedoso es el embrague que se ha rediseñado por completo para ser menos voluminoso y con un accionamiento un 20% más suave gracias a su funcionamiento asistido y que además incorpora función anti-rebote para mantener a la rueda trasera tranquila en las reducciones más fuertes.

Precisamente a la hora de frenar entra en acción el equipo de frenos compuesto por un disco delantero semiflotante de 310 mm mordido por pinza de doble pistón y comandado por una bomba de freno nueva y un disco posterior de 226 mm, ambos controlados por ABS.

Kawasaki Ninja 400 2018 - Ficha técnica