Nos subimos a la Leonart Rigger: una moto eléctrica bonita, fácil y que podría ser más barata para conquistar la ciudad

Seguramente te suene Leonart. La marca española que comercializaba aquellas custom espectaculares de estilo americano radical pero con un motor de 125 centímetros cúbicos ahora vuelve a la carga con algo muy diferente.

Hemos ido a Barcelona a tener un breve contacto con la Leonart Rigger, su primera moto eléctrica y su mejor apuesta para conseguir llamar la atención de aquellos que buscan un moto para moverse por ciudad, bonita y fácil de usar.

Leonart Rigger: aspiración eléctrica

Dejar el coche aparcado en casa y moverse por la ciudad de forma fácil y lo más limpia posible. Ese es el gran reto de los habitantes de las grandes ciudades, y es justo ahí donde las marcas de motos están intentando calar. Sobre todo en el caso de las marcas no tradicionales que quieren hacerse un hueco.

En Motorpasion Moto

Probamos el Voge SR1: un scooter equipadísimo para dejar el coche en casa por menos de lo que crees

Estamos hablando hoy de Leonart, una marca española con unos 20 años de experiencia en esto de vender motos que siempre ha optado por ofrecer productos muy distintivos y con rollazo para que entren por la vista.

Se quieren meter de lleno en el mundo de las motos eléctricas y la Rigger es su primer modelo, pero no estará solo porque ya nos han confirmado en su presentación que vendrá acompañada por otras variantes utilizando la misma base.

A primera vista la Leonart Rigger es una moto a todas luces atractiva, sobre todo para los que ya tenemos algunos años. ¿Por qué? Pues muy sencillo: sus creadores se han sacado de la manga un diseño que nos recuerda a motos míticas como aquellas Montesa Cota con carrocería de tipo monocasco. Y recuerda aún más fuerte en el color rojo de los tres disponibles. La más bonita de todas, más llamativa que las versiones en blanco o gris oscuro.

El diseño es simple y minimalista. La parte delantera cuenta con un faro redondo montado sobre una placa que hace un poco las veces de portanúmeros. En la parte central la carrocería simula una sola pieza desde la pipa de dirección hasta el colín, con un asiento plano y mínimo.

Justo por delante del asiento hay un hueco en lo que sería el depósito donde podemos guardar el cargador de la batería o alguna pertenencia. Bajo el asiento también hay un microespacio. El colín termina en un piloto redondo alto dejando un conjunto muy retro.

En cuanto a la parte ciclo tenemos una configuración interesante. El bastidor es una estructura tubular de tipo trellis por la parte superior que sujeta unas suspensiones simples: horquilla invertida delantera y monoamortiguador trasero.

Su comportamiento nos ha parecido mejorable, con una dureza impropia de una moto de corte urbano especialmente en el eje trasero cuyo recorrido nos ha resultado escaso y de tacto seco.

El calzado ha buscado un equilibrio entre el rollo offroader retro y guiños a la modernidad, así que han escogido una pareja de llantas de aleación de cinco radios dobles bastante pintonas. La rueda delantera va en medida de 18 pulgadas y la trasera de 17, calzadas con neumáticos mixtos con taco. Peculiaridad: el basculante es monobrazo.

Esta elección ha sido determinada así por la adopción de un motor colocado casi en el eje de la rueda trasera en lugar de colocarse en posición central. No va directamente en el eje porque la unidad motora transfiere su fuerza a través de una reductora.

En Motorpasion Moto

Probamos la Ducati Scrambler Icon: una moto con el nivel de molamiento muy alto que ahora es aún más divertida

Este motor ofrece una potencia de 4,5 kW de potencia nominal y picos de 7 kW, lo que se traduce en unos 9,5 CV de potencia máxima para un conjunto que pesa unos 120 kg. La puesta en escena se realiza a través de dos modos de conducción.

En el más prestacional la Rigger se mueve de manera correcta en el tráfico urbano, acelerando de manera lineal y sin sobresaltos hasta una velocidad máxima que no hemos visto llegar a los 100 km/h (declara 102 km/h de velocidad máxima). En el modo más eco la entrega es escasa y limita su velociadad punta a 50 km/h.

En cuanto a la autonomía no podemos ofrecer conclusiones de momento porque hemos hecho muy pocos kilómetros en esta toma de contacto, pero declara unos extremadamente optimistas 150 km como máximo a 50 km/h. En la vida real la autonomía rondará los 70 km.

Sí me ha parecido que viendo la batería en vivo podría haber mejorado estos datos. La batería de litio ferrofosfato no es extraíble, y es un bloque de 3,84 kWh que pesa unos 37 kg. Por dimensiones y peso me parece que no es una unidad bien optimizada y que se ha limitado por ella la potencia máxima.

Para el equipo de frenos se recurre a discos de 260 mm en ambos ejes dotados de frenada combinada. El freno delantero me ha resultado poco potente así que las frenadas serán a dos manos, especialmente en caso de emergencia porque no tiene ABS.

El manejo me ha parecido el mejor punto. Es una moto muy accesible con el asiento a solo 800 mm de altura y con un conjunto muy estrecho se llega perfectamente al suelo. Es una moto ágil y que se siente ligera, aunque con un comportamiento un tanto extraño en curva o girando sobre baches, seguramente por la ubicación del motor en el eje trasero.

El precio de la Leonart Rigger es de 5.999 euros, pero la marca ofrece un descuento directo por el lanzamiento de 500 euros. Si a eso le sumamos que puede acogerse al plan MOVES III y beneficiarse de hasta 1.300 euros de subvención te puedes hacer con una desde 4.199 euros. Ya está en los concesionarios de la marca.

No está mal, sobre todo teniendo para aquellos que valoren un diseño atractivo y muy diferente, pero sin descuentos sigue siendo un poco cara para la relación precio/prestaciones que ofrece.

Leonart Rigger 2023 - Ficha técnica