John Fernández
Después de las compras online a plazos, llegan las multas a plazos. En Italia ya se pueden fraccionar las sanciones de tráfico sin pagar ni un euro más, gracias a un acuerdo entre pagoPA (la plataforma digital del Gobierno italiano) y Klarna, la popular fintech sueca conocida por su sistema de pago en tres cuotas sin intereses.
El funcionamiento es simple y totalmente digital. Europa empieza a probarlo, pero, ¿y España? Nada, de momento.
Italia ya fracciona sus multas sin intereses
Ahora, en Italia, el conductor solo tiene que descargar la app IO (el equivalente a MiDGT italiana), escanear el código QR de la multa y seleccionar Klarna como método de pago. El sistema divide automáticamente el importe total en tres plazos: uno se carga al instante, el segundo a los 30 días y el último a los 60. En todo momento se puede comprobar el estado del pago desde la aplicación o incluso adelantar las cuotas sin penalización.
La gran ventaja es que la multa se considera pagada desde el primer abono. Es decir, el usuario cumple con la administración desde el momento en que efectúa el primer pago, mientras el resto de cuotas quedan gestionadas directamente por Klarna. Sin recargos, sin intereses y sin riesgo de sanciones adicionales. Una forma de suavizar el impacto económico de las multas sin castigar al ciudadano.
En España, sin embargo, la historia es muy distinta. Ni la Dirección General de Tráfico ni la mayoría de ayuntamientos permiten actualmente pagar una multa a plazos. La normativa española obliga a abonar la sanción de una sola vez, aunque ofrece una reducción del 50% si se paga en los primeros 20 días naturales desde la notificación. Es lo que se conoce como el "pronto pago", pero nada más.
Una vez pasado ese plazo, el descuento desaparece y el conductor dispone de otros 45 días para pagar el importe íntegro. Si no lo hace, la multa pasa a la Agencia Tributaria, que sí permite solicitar un fraccionamiento, pero ya con un recargo del 20% y bajo las condiciones propias de una deuda tributaria. En la práctica, el fraccionamiento solo llega cuando la sanción se convierte en un problema mayor.
Algunos municipios han empezado a explorar opciones más flexibles, especialmente en multas de importe elevado, pero de momento no hay un sistema nacional ni integrado. Y tampoco hay señales de que la DGT esté valorando algo parecido a lo que acaba de estrenar Italia. Sin embargo, Europa avanza.
La diferencia entre ambos modelos refleja dos formas de entender la administración pública: Italia busca simplificar los trámites y aliviar al ciudadano con tecnología; España, en cambio, sigue apostando por un modelo más rígido, donde el incentivo sigue siendo pagar rápido para pagar menos.
Imágenes | DGT
En Motorpasión Moto | De los cazas a las motos: una trail china estrena el primer HUD del mundo sobre dos ruedas
Ver 0 comentarios