Alguien ha robado el museo Louvre de Paris. La clave para pillarlos está en el casco de moto que se dejaron olvidado

Cuatro ladrones se llevaron joyas imperiales de Napoleón y huyeron en dos TMAX tras un golpe de siete minutos a plena luz del día

Louvre 1
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
john-fernandez

John Fernández

Fue un robo de precisión quirúrgica, en pleno corazón de París y a plena luz del día. A las 9:30 de la mañana del domingo, cuatro ladrones irrumpieron en la Galería Apolo del Museo del Louvre y se llevaron ocho joyas de "valor incalculable", según el ministro del Interior francés, Laurent Núñez.

Entre ellas, un collar de esmeraldas que Napoleón regaló a su esposa María Luisa y la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, hallada después cerca del museo, dañada y abandonada. Y había motos y cascos de por medio, sí. En este caso son tan importantes que podrían con los ladrones del robo más importante del siglo.

Una fuga perfecta sobre dos scooters que ya son leyenda en las calles de París

El golpe duró apenas siete minutos. Los ladrones, vestidos como operarios de obra y usando un camión-elevador, aprovecharon unas reformas en la fachada que da al Sena para acceder al interior. Equipados con herramientas eléctricas (una amoladora y sierras pequeñas) rompieron los cristales blindados de las vitrinas y tomaron las joyas más frágiles de la colección imperial. Luego desaparecieron por la misma vía por la que habían entrado.

La policía francesa confirmó que los autores huyeron en dos scooters de gran cilindrada, unos Yamaha TMAX, vistas en las cámaras de seguridad abandonando el perímetro del museo hacia la autopista A6. Es la misma combinación (rapidez, estabilidad y anonimato urbano) que ha hecho de esta moto el vehículo más recurrente en los atracos de alto nivel en París. No es casualidad: la TMAX, capaz de moverse entre coches con la agilidad de una 125 pero con prestaciones de 500 cc, se ha convertido en el “arma” favorita de quienes buscan fundirse en el tráfico. Sabían bien lo que elegían, desde luego.

El uso de estas scooters refuerza la hipótesis de una banda profesional. La ministra de Cultura, Rachida Dati, habló de "un comando con conocimiento técnico y logístico", mientras que el propio Núñez calificó el robo como "un ataque directo a la historia de Francia". La investigación sigue abierta y por ahora no se han producido detenciones, aunque se analizan grabaciones de tráfico y peajes para rastrear las motos.

Sobre el supuesto "casco con ADN" hallado junto al camión, la policía no ha emitido confirmación oficial. Fuentes de Reuters, Le Monde y The Guardian no lo mencionan, mientras que algunos medios generalistas The Sun lo citan en condicional, apoyándose en un vídeo difundido por una agencia italiana. La hipótesis existe, pero aún no está verificada. El caso es que ese casco, dicen, tenía pelos (es decir, ADN) con los que poder identificar a los supuestos ladrones.

El Louvre, cerrado durante el resto del domingo, ha calificado el suceso como "una tragedia para el patrimonio francés". El presidente Emmanuel Macron lo resumió en X: "Robar en el Louvre es atacar nuestra historia. Recuperaremos las piezas y encontraremos a los culpables".

El robo ya se compara con el de la Mona Lisa en 1911, pero con un detalle contemporáneo: esta vez, la fuga fue sobre dos Yamaha TMAX, las motos que han hecho de París un tablero perfecto para los golpes imposibles.

Imágenes | Yamaha

En Motorpasión Moto | Comprarse una moto clásica empieza a ser un negocio redondo en España. El truco está en un cambio en la ley

Inicio