Creo que alguna vez ya os lo he comentado, no soy de hacer muchos kilómetros en moto. Me da bastante pereza el hecho de conducir sin ningún propósito. Pero creo que no me equivoco al pensar que a todos los moteros alguna vez nos salta ese "click" en la cabeza, se alinean los astros o ambas cosas a la vez y nos ponemos a hacer carretera con el único objetivo de viajar y disfrutar del viaje.
Subidos a una gran moto como la Ducati Multistrada 1200 S, ataviados con un buen equipamiento como el traje Rev'It Sand 2, con un tiempo perfecto y con muchas ganas de desconectar nos dispusimos a pasar un agradable fin de semana de otoño. Tal y como comentábamos en la prueba, hicimos más de 1.000 kilómetros y esta ruta es sólo una parte de esa distancia, pero por lo completa y agradable que resultó creo que es oportuno compartirla con todos vosotros.
El itinerario que os voy a contar es sólo de ida, un viaje que hecho del tirón con tranquilidad son tres horas escasas. Asequible para cualquiera, pero aquí lo importante no son los kilómetros ni la duración, porque al igual que tantos otros este es un viaje de los de ir parando en cada rincón que nos llame para disfrutar de esos momentos que nos brinda la libertad de viajar en moto.
Por cierto, antes de entrar en materia, esto es sólo una sugerencia. No es la mejor ni la peor ruta, sólo es una ruta. Cada uno luego podréis realizar vuestras aportaciones en los comentarios, aportar puntos de interés en esta ruta o posibles desvíos para visitar otras zonas. Tenemos tantas cosas que ver en España...
Madrid
El punto de orígen que hemos tomado es el kilómetro cero en la Puerta del Sol de Madrid, pero obviamente no vamos a salir desde allí, simplemente es algo orientativo. Como punto clave de inicio podemos tomar una población de la zona noroeste de la Comunidad de Madrid desde la que podemos empezar el recorrido tomando algo.
Villanueva de la Cañada es una de esas localidades bien cuidadas, con muchos servicios y un ambiente jóven gracias a su Universidad Alfonso X El Sabio que atrae a cientos de estudiantes al año. Además, precisamente en la avenida que comunica el núcleo con la universidad, creo que podemos decir que nos encontramos con la única rotonda que alberga en su interior un cementerio.
Una vez hemos tomado el primer refrigerio emprendemos la marcha camino a la sierra noroeste de Madrid pasando por algunos de los pueblos más significativos para los moteros de la zona. Brunete, Quijorna, Navalagamella, Fresnedillas de la Oliva, Robledo de Chavela...
Esta zona representa el entramado de carreteras más prolífico y enrevesado de la capital. Intercalando las zonas que pertenecen a Madrid con las que pertenecen a Castilla León nos podemos perder durante horas disfrutando de curvas con asfalto, por lo general, en bastante buen estado.
Pero antes o después, casi por obligación, siempre terminamos apareciendo como por arte de magia, o quizá por el magnetismo que nos atrae, hasta el Puerto de la Cruz Verde.
Puerto de la Cruz Verde
Este puerto de montaña a 1.256 metros de altura y sus carreteras aledañas es quizá el más popular de los destinos para una ruta de curvas en fin de semana para los aficionados al motociclismo de la Comunidad de Madrid. Allí arriba, rodeados de un gran ambiente en el que se respira gasolina cualquier día de la semana podemos hacer la primera detención, tomarnos algo y zambullirnos en conversaciones con los siempre dispuestos motoristas que nos podemos encontrar.
Un punto de visita casi obligada también y del que tenemos unas vistas privilegiadas parados en el aparcamiento de los restaurantes es de San Lorenzo del Escorial. La ilustre localidad está presidida por el Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Construido entre 1563 y 1584 tiene una superficie total de 33.327 metros cuadrados en los que nos podemos perder un buen rato abonando la entrada de 10 euros que nos permite el acceso (14 euros en el caso de la visita guiada, que merece la pena). Ha sido residencia de la Familia Real Española y es sepultura de los Reyes de España. Actualmente está ocupado por los frailes de la Órden de San Agustín, forma parte del Patrimonio de la Humanidad y hasta finales del siglo XVI estaba considerado como la Octava Maravilla del Mundo.
Desde allí arriba, en vez de volvernos a dejar llevar por la pendiente de vuelta a Madrid, seguimos subiendo algunos metros para dejarnos caer por la vertiente Norte que nos llevará hasta Ávila.
Rumbo a Ávila
Emprendiendo el descenso de por la M-505 seguimos transitando buenas carreteras de curvas con un asfalto mejor si cabe que el de la vertiente madrileña. La calzada cuenta con un firme bien pavimentado y arcén a ambos lados con curvas amplias que pueden hacernos ir más rápido de la cuenta. Pero además, ojo, que antes de llegar al puente sobre el río Cofio, poco después de pasar la salida de la estación de tren de Santa María de la Alameda tenemos un radar en nuestro sentido.
Poco después, y casi sin darnos cuenta nos hemos metido ya en territorio de Castilla y León. El primer pueblo que nos encontramos perteneciente a Ávila es Navas del Marqués y justo en la rotonda que nos recibe tenemos el restaurante Magalia. Otro de los puntos concurridos los fines de semana para tomar algo, pero nosotros mejor vamos a seguir por la ahora llamada CL-505, que aún nos queda un rato de viaje por delante.
Unos pocos kilómetros más adelante, de pronto surgen tras la montaña unos gigantes de color blanco como los que perturbaron a Don Quijote pero más modernos. Un parque eólico nos saluda y a medida que nos acercamos los árboles desaparecen y podemos disfrutar de un maravilloso tramo de carretera que discurre por la cresta de la montaña. A la derecha los molinos y a la izquierda unas vistas espectaculares del valle.
Una vista hipnótica que nos distrae durante unos minutos y nos ameniza el viaje en nuestra memoria hasta que sólo unos minutos después hemos llegado sin darnos cuenta a otra ciudad. Una ciudad ilustre que desprende historia. Es Ávila, la ciudad amurallada.
Aquí sí, este es un punto de parada obligatoria de esta ruta. Ávila es la capital de provincia más alta de todo el territorio español se sitúa a 1.131 metros sobre el nivel del mar y está plagada de puntos de interés entre los que echar unas pocas horas.
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Fotos | Wikimedia y elaboración propia