Mientras Sam Sunderland anunciaba a bombo y platillo su intento de circunnavegación en 19 días con Triumph (un proyecto que acabó cancelándose en silencio), otros dos nombres estaban ya haciendo historia sin demasiado ruido.
Ryan Kluftinger y Connor Bondlow han dado la vuelta al mundo en motoen 16 días y 23 horas. No es una mejora marginal. Es una paliza directa al récord que llevaba más de dos décadas flotando entre dudas a bordo de una Ducati.
La vuelta al mundo que deja sin excusas al resto
El punto de partida es importante. El récord anterior, establecido en 2002 por Kevin y Julia Sanders con una BMW R 1200 GS, hablaba de 19 días, 8 horas y 25 minutos, pero con un criterio muy discutido: solo se contaba el tiempo "puro" de conducción, dejando fuera vuelos, descansos y esperas fronterizas. Precisamente ese vacío es el que Kluftinger y Bondlow han cerrado de golpe. Su cronómetro empezó en Vancouver y no se detuvo hasta volver al mismo punto. Todo cuenta. Absolutamente todo.
El recorrido no tiene nada de simbólico ni de turístico. Anchorage–Miami, Lisboa–Estambul, Mumbai–Calcuta, Bangkok–Singapur y Perth–Sídney. Cinco continentes enlazados a un ritmo que obliga a cruzar varios países en un solo día, dormir a ratos en cunetas o aviones y reducir las paradas de repostaje a lo estrictamente imprescindible. No es una vuelta al mundo para Instagram. Es una operación de resistencia.
Aquí entra Ducati. Los dos pilotos no trabajan para la marca ni forman parte de su estructura, pero sí colaboraron con ella para hacer viable el reto. Ducati les proporcionó dos Multistrada V4 Rally idénticas esperando en distintos aeropuertos del planeta, evitando los retrasos que supone mover una moto entre continentes. Un apoyo logístico clave, pero no un proyecto corporativo ni un récord “de marca”. La diferencia no es menor.
"Siempre quise hacer un gran viaje que pudiera llamar trabajo, porque somos unos afortunados que podemos montar en moto y decir que es nuestro empleo", explicaba Kluftinger durante la aventura. Y añadía algo clave para entender el enfoque: "La clave de la resistencia no es ir rápido, es no agotar el cerebro". Nada de velocidades absurdas ni carreras fuera de lugar. Ritmo local, cero heroicidades y muchas horas encima de la moto.
El tercer hombre del equipo, el cineasta Edwin El Bainou, iba grabando todo desde el asiento trasero. De ahí sale "Yalla Habibi", el documental que recoge la experiencia y que se estrenará en Vancouver antes de llegar a Vimeo. Un relato que huye del dramatismo épico habitual y se centra más en lo absurdo, lo humano y lo agotador del reto.
Mientras tanto, el intento de Triumph con Sam Sunderland (19 días, 15 países y cinco continentes) quedó en pausa indefinida antes incluso de arrancar. Sin fechas, sin explicaciones claras y, sobre todo, sin récord. Porque cuando Ducati y dos riders decidieron hacer esto en serio, el listón se movió demasiado lejos.
Imágenes | FortNine
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