Honda vuelve a sacar del cajón una de esas motos que no necesitan demasiadas explicaciones. Basta con decir cuatro cilindros, CB y Super Four para que a más de uno se le active la memoria muscular.
Aquella Honda japonesa que durante años fue sinónimo de suavidad, sonido redondo y fiabilidad absoluta está de vuelta, aunque adaptada a un mundo muy distinto al de entonces.
La Honda Super Four vuelve a escena, ahora con carné A2 en el punto de mira
La clave está en dos modelos que comparten filosofía pero no mercado. Por un lado, la CB500 Super Four, pensada específicamente para China, el gran tablero de ajedrez de la industria actual. Por otro, la CB400 Super Four, destinada a Japón y, con bastante probabilidad, también a Europa. Dos cilindradas, misma receta: motor tetracilíndrico en línea, estética retro sin complejos y un enfoque claramente dirigido al carné A2.
La CB500 Super Four se presentó en septiembre de 2025 en el CIMAMotor de Chongqing, un salón que ya no es solo una feria local, sino una declaración de intenciones. Honda sabe que China ya no es solo el país donde se fabrica, sino donde se define el futuro del mercado. Este modelo monta un nuevo cuatro cilindros de 502 cc con una potencia que ronda los 80 CV, una cifra que deja claro que aquí no se viene a jugar a la nostalgia barata. A eso se suma la segunda generación del E-Clutch, un sistema que encaja perfectamente con la idea de atraer a nuevos motoristas sin renunciar a sensaciones mecánicas de verdad.
En lo estético, Honda tampoco se ha complicado la vida. Plata con franjas azules al más puro estilo noventero para el debut, y después rojo y negro para completar la gama. Clásico, reconocible y sin excesos. Justo lo que se espera de una Super Four.
La CB400 Super Four es, probablemente, la que más interés despierta en este lado del mundo. Todo apunta a que se fabricará en Kumamoto, en Japón, y que llegará con homologación Euro5+, lo que abre la puerta a su comercialización en Europa a partir de la primavera de 2026. Una tetracilíndrica “pequeña”, algo casi exótico hoy en día, pensada para quienes quieren algo más que un bicilíndrico correcto y eficiente.
No es solo una cuestión de nostalgia. El regreso de estas Super Four dice mucho de Honda. En un momento en el que casi todo se ha racionalizado hasta el extremo, la marca vuelve a apostar por una arquitectura que es más cara, más compleja y menos lógica sobre el papel, pero que sigue teniendo un enorme peso emocional. Y eso, en un mercado cada vez más homogéneo, puede ser justo la diferencia entre una moto que se compra con la cabeza… y otra que se desea de verdad.
Imágenes | Honda
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