Las motos chinas son el nuevo enemigo de la segunda mano para las marcas de siempre. Una casi nueva vale como una japonesa de hace diez años

Voge 2
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
john-fernandez

John Fernández

Hay una (otra) revolución silenciosa en marcha. No lleva pancartas ni hace ruido, pero está cambiando la forma en que los motoristas se gastan el dinero. El mercado de segunda mano, ese refugio clásico para quien busca una moto decente sin vaciar la cuenta, está siendo aplastado por un enemigo inesperado: las motos chinas nuevas. Sí, también eso lo inundan.

Y lo más irónico es que no hablamos de motos de baja calidad. Hablamos de SYM, Voge, Zontes, QJ Motor… nombres que hace cinco años inspiraban poca confianza y hoy tienen lista de espera. Marcas que han entendido mejor que nadie qué quiere un motorista urbano, un novato o un quemado de la media cilindrada: una moto nueva, sin sustos, por un precio que no suene a estafa.

H2

La ecuación es fácil: ¿una naked japonesa con 20.000 kilómetros por 8.000 euros? ¿O una trail china a estrenar por 6.000? Cada vez más gente se lo piensa poco. Lo dicen en Italia; lo dice Dueroute.

El resultado es que muchas motos usadas de gama media se están quedando sin compradores. Y lo que antes era una ganga, ahora parece un mal negocio.

Lo están viendo de cerca los concesionarios, sobre todo en países donde la moto es más que una pasión, como Italia. "Con los precios tan agresivos de algunas marcas, cada vez más gente prefiere gastar 6.000 euros en una china nueva, en lugar de una japonesa usada que cuesta 2.000 más", dice Christian Stano, que regenta tres tiendas de motos en Milán. Y lo dice sin acritud: es una observación fría del mercado.

Voge 1

La tendencia se nota sobre todo en el segmento más competitivo: las 125 y las motos de media cilindrada. Pero también empieza a salpicar a modelos que hasta ahora parecían seguros. Las únicas que resisten son las premium: BMW GS, Ducati Multistrada, KTM Adventure... motos que todavía conservan un valor aspiracional que las Voge y compañía no pueden imitar. Al menos por ahora.

Mientras tanto, el mercado de ocasión se vacía desde abajo. Las motos con 30.000 km y diez años encima ya no son una oportunidad: son un marrón. Y aunque las cifras de venta de usadas sigan siendo altas, cada vez cuesta más darles salida.

Lo nuevo ha dejado de ser un lujo. Y lo usado, para muchos, ha dejado de tener sentido. Pero la clave es China y sus bajos precios de origen, que nadie se engañe. Y para prueba, los datos de ventas en España.

Imágenes | Motorpasión Moto

Inicio