Honda, Yamaha y Saitama: el triángulo amoroso que puede empujar definitivamente las motos eléctricas
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Honda, Yamaha y Saitama: el triángulo amoroso que puede empujar definitivamente las motos eléctricas

Si te paras a pensarlo, las marcas de motocicletas a diferencia que las de coches no establecen alianzas entre competidoras directas. Todo lo contrario, pues siempre ha existido una rivalidad entre las propias marcas y sus usuarios, quizá por lo apasionados que somos los moteros y lo ligados que estamos al mundo de la competición y, de manera derivada, se produce una cierta competitividad.

Honda y Yamaha han sido históricamente dos marcas enfrentadas de manera bastante directa. Sus proyectos deportivos siempre han sido equiparables en cualquier disciplina y la ambición por batirse la una a la otra ha superado incluso los logros deportivos. Pero los tiempos cambian y esto podría acabar en Saitama por un bien común y general.

Progreso tecnológico contra inmovilismo económico

Bmw Motorrad Concept Link 2017 005

Hace unas semanas hablábamos sobre qué se escondía detrás del proyecto doble PES y PED de Yamaha. La compañía de Iwata lleva años trabajando para desarrollar una nueva gama de motocicletas eléctricas capaces de satisfacer las necesidades del usuario medio y neutralizar las ventajas que pueden ofrecer las motocicletas de combustión.

Pero siendo sinceros, por muchas promesas que haga una marca, mucho hype que logre levantar, un cambio así sólo se puede conseguir con un apoyo ingente detrás, puesto que si la iniciativa parte sólo de una marca (o de algunas marcas), por grande que sea, se acabará viendo superada por el inmovilismo que nos ata (y nos atará por muchos años previsiblemente) a los combustibles fósiles.

Honda RC-E

Aunque a largo plazo todo el mundo acabará teniendo un punto de recarga eléctrica en su garaje, ya sea independiente o comunitario, las ciudades estarán plagadas de enchufes donde conectar los vehículos y las electrolineras serán el pan de cada día, la realidad es que estamos a décadas de conseguir un entorno realmente propicio para los vehículos eléctricos.

Sólo hay una manera de cambiar la tendencia y es forzar mediante iniciativa privada a que las administraciones públicas se involucren de manera activa

El futuro es eléctrico y de eso no hay ninguna duda, algunas empresas ya confían plenamente en las cero emisiones y nos contaron cómo les va. Los fabricantes lo saben pero el desarrollo de este tipo de vehículos es, hoy por hoy, papel mojado. Aunque las marcas pongan toda la carne en el asador y consigan desarrollar motos eléctricas que compitan de tú a tú con las de combustión, la realidad es que no hay una infraestructura que pueda soportar el crecimiento masivo de este tipo de vehículos.

Lightning Motorcycle 4

Los potenciales compradores por lo tanto sólo ven problemas (autonomía, recarga, tiempos de espera...), lo que se traducirá en unas cifras de ventas irrisorias, provocando una amortización imposible para todo el I+D necesario y el desarrollo de nuevos procesos de producción, materiales e ingeniería. Si no van a obtener retorno las marcas prefieren no invertir, o invertir a medias.

Un futuro eléctrico es la única opción

Yamaha Pes Ped 1

El resultado es que sin una demanda que lo impulse, en la actualidad la iniciativa para el desarrollo de la infraestructura eléctrica queda bien en manos privadas o bien en manos de administraciones públicas con unos recursos bastante limitados. Por suerte, algunos países como Japón o Noruega o el Estado de California (EE.UU.) se han dado cuenta que precisamente hace falta lo contrario: invertir en el futuro y no en el pasado.

Precisamente en Japón, con una gran tradición industrial, se han propuesto ser una referencia para los vehículos eléctricos. Su red de puntos de recarga ya superó en 2016 el número de gasolineras, siendo un total de 40.000 enchufes contra 35.000 surtidores. Más puntos de recarga que los aproximadamente 36.000 con los que contamos en España con una superficie muy diferente: 505.370 km² contra los 377.915 km² del país nipón.

Sarolea Sp7 Electrica Isle Of Man 2017 9

Sacar a la industria de la movilidad de las garras de las petroleras es posible, pero sólo si los fabricantes y las instituciones trabajan de forma conjunta

Paradójicamente las estaciones de carga tienen a su favor que necesitan una infraestructura inferior, de dimensiones reducidas y menos problemática, pero en contra juega el poderoso papel que interpreta el lobby de las petroleras.

Al igual que las gasolineras son los puntos de venta de las petroleras, las electrolineras deberían ser los puntos de venta de las hidroeléctricas. Esa es la teoría, la diferencia entre unas y otras es que mientras a las comercializadoras de combustible les interesa repartir su zumo de forma accesible y relativamente barata, a las hidroeléctricas no les hace tanta gracia crear una red de distribución de un producto (la electricidad para vehículo) que apenas van a vender, al menos de momento.

Yamaha Pes Ped 2

A nivel local, la ciudad de Saitama, al sur de Tokyo, se quiere posicionar como la sede del movimiento eléctrico intensivo. Siguiendo un esquema similar al de eCooltra, la empresa de alquiler de scooter eléctricos de la que ya te hablamos, la localidad japonesa va a poner a prueba un proyecto que de momento contará con 30 pequeñas motocicletas eléctricas con baterías intercambiables.

¿Qué tiene esto de novedoso? Pues todo y nada al mismo tiempo. No es una idea rompedora pero sí lo es en la manera en la que se enfoca. Desarrollando una red de soporte para estas 30 motocicletas con puntos de recarga repartidos por la ciudad y estaciones de cambio de baterías en las que dejas cargando unas gastadas y montas unas al 100%, Saitama quiere que los fabricanes desarrollen allí sus programas de motocicletas eléctricas de una forma totalmente viable e ir ampliando el proyecto con diferentes marcas e iniciativas.

¿Qué papel juega Saitama?

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La ciudad de Saitama es el ejemplo que debería extenderse por todo el mundo, involucrando de manera efectiva tanto a las empresas como a los usuarios

Al transformar Saitama en una ciudad que confía plenamente en la movilidad eléctrica, las marcas de motos (y coches también, claro) tendrán un entorno idílico para poner a prueba sus tecnologías, ganarán dinero con la inversión de grandes corporaciones como Honda y Yamaha que se han metido de lleno, facilitarán la evolución de la tecnología eléctrica aplicada y, de paso, contribuirán a un entorno más limpio.

Hasta ahora, los fabricantes desarrollaban un prototipo, lo presentaban en un salón y si gustaba lo sacaban adelante con un motor de gasolina que mejor conviniera porque la tecnología en los propulsores de combustión interna está más que desarrollada. No es así en el caso de las eléctricas.

Yamaha Pes Ped 4

Antes siquiera de imaginarse la creación de un concepto con visos de llegar a la producción, las marcas deben tener una propuesta dinámica que garantice primero un mínimo de prestaciones y, además, una autonomía razonable. Para mejorar estos dos aspectos necesitan un campo de pruebas real donde probarlo y Saitama, con quien ya han cerrado acuerdos de colaboración, podría jugar un papel fundamental.

Tanto Honda como Yamaha ya están desarrollando infraestructura y planes de pruebas en la localidad japonesa, lo que quiere decir que ahora más que nunca y gracias a la iniciativa de Saitama estamos cerca de ver una versión eléctrica de la mítica Honda Super Cub o la materialización de los impresionantes prototipos eléctricos PES y PED de Yamaha.

Esperemos que el modelo de Saitama se extienda. A estas alturas es la única vía de progreso.

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