Este rumano estaba tan obsesionado con Ducati que acabó robando 200.000 euros en piezas de MotoGP dentro de la fábrica

Un trabajador externo aprovechó su acceso a la fábrica de Borgo Panigale para llevarse material de competición de alto valor sin levantar sospechas

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John Fernández

Durante semanas, en Borgo Panigale faltaban piezas, literalmente. No tornillos ni recuerdos del museo, sino material de competición de verdad: componentes de MotoGP y WorldSBK que no deberían salir jamás del perímetro de Ducati Corse.

Cuando alguien hizo números, la cifra era difícil de digerir incluso para Ducati: unos 200.000 euros en piezas desaparecidas.

Entró como electricista en Ducati Corse y salió con 200.000 euros en piezas de MotoGP

El robo se produjo a mediados de noviembre, pero no trascendió entonces. Ducati optó por el silencio absoluto mientras los Carabineros investigaban, porque aquí el problema no era solo económico. El verdadero temor estaba en otra parte: alguien había conseguido acceder a una de las zonas más protegidas de la fábrica, un lugar donde no solo hay piezas caras, sino información técnica extremadamente sensible.

Al principio no había nada claro. Las cámaras no mostraban una intrusión evidente, no había puertas forzadas ni movimientos sospechosos dentro del personal habitual. Eso obligó a ampliar la investigación más allá del núcleo duro de Ducati Corse y a revisar accesos, recorridos y trabajos realizados en áreas colindantes dentro del complejo.

Ahí es donde el caso dio un giro. La policía italiana identificó a un ciudadano rumano de 37 años, residente en Bolonia, la misma ciudad donde se encuentra la fábrica. En su domicilio aparecieron varios de los componentes que figuraban como desaparecidos en el inventario del departamento de competición. El registro se llevó a cabo por orden de la Fiscalía.

El detalle clave es que no se trataba de un empleado de Ducati. Según la investigación, el robo fue cometido por un trabajador de una empresa externa, en concreto un electricista que realizaba trabajos en una zona adyacente dentro de la fábrica. Desde esa posición, con acceso continuado y sin levantar sospechas, habría detectado rutinas y puntos débiles hasta encontrar la forma de colarse en un área "doblemente vigilada" de Ducati Corse.

En total, el valor del material sustraído asciende a unos 200.000 euros. Parte de esas piezas ya han sido recuperadas y serán devueltas a Ducati. La marca también se ha apresurado a subrayar dos aspectos clave: ningún trabajador de la fábrica está implicado y no se ha producido una fuga de secretos industriales.

Aun así, el episodio deja una lectura incómoda. En una estructura tan controlada como la de MotoGP, el riesgo no siempre llega desde dentro del box. A veces entra por la puerta de servicio, con una acreditación temporal y el tiempo suficiente para observar dónde mirar… y cuándo hacerlo.

Imágenes | Policía

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