Ya lo vamos viendo a medida que pasan los años y las normativas anticontaminación se van recrudeciendo. Porque sí, la contaminación también puede ser acústica, y en Alemania ya se están poniendo las pilas para prohibir el paso a los moteros que hagan más ruido del habitual.
Un proyecto piloto de la Agencia Alemana de Medio Ambiente (DUH) a nivel estatal ha puesto en marcha un proyecto para combatir la contaminación acústica causada por las motos. Puede ser el inicio de algo más grande.
Y tendrá inmediatas consecuencias para el sector turístico
En Alemania no quieren motos ruidosas. El objetivo de la campaña promovida por un organismo público estatal está bien claro: acabar con ellas en las carreteras del país. Y para ello, aportan un dato: "Dos tercios de la población alemana se sienten perturbados y molestos por el ruido".
Pero esta idea viene de más arriba, del gobierno. En concreto del proyecto llamado "Contra el ruido de las motocicletas", financiado por el Ministerio de Medio Ambiente de Baja Sajonia con 100.000 euros.
Se pondrá en marcha entre abril y octubre de 2024, y entre las medidas se prohíbe la circulación en Weserbergland, una región montañosa, y en otras se prohibirá el paso a las motos que en parado emitan más de 90 decibelios de ruido. Y naturalmente, es un proyecto piloto que busca expandirse a otras regiones.
Y claro, las quejas no se han hecho esperar, especialmente desde el sector turístico. En esa ruta existe uno de los hoteles para moteros más famosos del país al ser una ruta muy popular. Con 70 camas, ya no sería accesible para muchas motos, y perderían clientela.
Si nos vamos hasta el Tirol (Austria), allí ya existe una normativa comparable. Toda moto que pase de los 95 decibelios tiene terminantemente prohibido el paso.
En España no pasa lo mismo. Aquí las únicas restricciones a motos ruidosas vienen en la ITV, donde si detectan en las pruebas que el ruido que emite sobrepasa los 91 dB a 5.000 vueltas, entonces será negativa y no podrás circular con tu moto.
La autoridad puede detenerte, sacar un medidor de decibelios y sancionarte si has excedido el nivel permitido, aunque esto dependerá de la ordenanza municipal. En ningún caso se prohíbe el paso o circulación como en Alemania, aunque en Barcelona han instalado ya un radar medusa como parte de un proyecto piloto. De ahí que sea algo tan relevante.