Yamaha quiere introducir la dirección asistida en sus motos de producción y para ello ha creado un primer prototipo que se probará en el campeonato japonés de motocross.
El sistema facilitará el movimiento del manillar a bajas velocidades pero también actuará como un amortiguador de dirección activo cuando se eleve. De momento no tiene fecha de llegada al mercado pero sabiendo que se probará en competición, su desarrollo podría acabar en los vehículos de producción muy pronto.
Una dirección asistida inspirada en las bicicletas
La dirección asistida se ha convertido en un elemento imprescindible en los coches. Sin embargo este dispositivo nunca se ha visto como algo necesario en las motos al carecer, en un principio, de sentido puesto que el esfuerzo necesario para mover el manillar de una moto no es el mismo que el de la dirección de un coche.
No obstante, Yamaha ha querido ir más allá de esta primera suposición creando un prototipo de dirección eléctrica con el objetivo de mejorar la estabilidad y la agilidad de la motocicleta. Además, para acelerar su desarrollo lo ha introducido en las motos del campeonato japonés de motocross, sirviéndole como un laboratorio de pruebas único.
Este sistema de asistencia a la dirección denominado EPS forma parte del proyecto 'Transforming Mobility' (transformando la movilidad) que a su vez está integrado en la estrategia 'Visión a largo plazo de ART para posibilidades humanas' con el que la marca pretender acercar la robótica al mercado con soluciones que ayuden a la diversión, la seguridad y la comodidad de las personas, pero también para crear tecnologías que ayuden en la resolución de problemas sociales.
Pero volviendo al tema, el EPS funciona de manera parecida al motor eléctrico de las bicicletas de pedaleo asistido. Gracias a un sensor colocado en el manillar se mide la cantidad de fuerza ejercida para moverlo. Éste envía una señal a la ECU (o unidad de control) para ordenarle al motor eléctrico la cantidad de asistencia que debe otorgar en función de los datos extraídos.
Gracias a esto se consiguen dos cosas: por un lado mover la dirección a baja velocidad de una manera mucho más cómoda, mientras que a alta velocidad funciona como un amortiguador de dirección activa. Según Yamaha, en las primeras pruebas realizadas, el movimiento se siente tan natural como cuando no se lleva.
El sistema está compuesto físicamente por un sensor de torsión magnetoestrictivo que, como decíamos anteriormente, detecta la rotación del cabezal de la dirección. Acoplado a este instrumento nos encontramos la unidad de control y todo ello unido en la tija superior del sistema de suspensión.
Pese a lo enrevesado que pueda parecer el sistema, no ha supuesto un cambio vertiginoso en la dirección de las motocicletas ni le ha añadido un peso excesivo. De hecho la marca asegura que es bastante liviano aunque no ha desvelado su peso.
Los de Iwata pretenden introducir este sistema en sus modelos de producción en un futuro, aunque todavía no se han fijado una fecha para ello. De momento, los encargados de recopilar información sobre este sistema y su desarrollo será el Yamaha Factory Racing Team que competirá en el Campeonato de Motocross de Japón, con sus dos YZ450FM y YZ250F, equipadas con este sistema EPS.
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