La Suzuki GSX-8R es el arma secreta de Hamamatsu para el carnet A2: una sport-turismo de 83 CV y muy buen ver

Era un secreto a voces que la fábrica tenía entre manos una variante deportiva de su naked de media cilindrada, la GSX-8S. Pues los japoneses han sido una de las marcas más tempraneras en el EICMA de Milán, donde ha presentado a su nueva Suzuki GSX-8R 2024.

La Suzuki GSX-8R es el arma secreta de Hamamatsu para conquistar el A2: una supersport de 83 CV y muy buen verEs la cuarta moto que utilizará la plataforma de 800 cc de los de Hamamatsu, siguiendo a la GSX-8S, la V-STROM 800 y la V-STROM 800DE. Una apasionante versión de las sport-turismo con un público muy claro: el carnet A2.

Suzuki GSX-8R: igual que su hermana la GSX-8S, pero con leves cambio

¿Alguien había cantado el réquiem por las deportivas? Que lo retire, porque Suzuki ha pegado un golpe sobre la mesa presentando su GSX-8R, una deportiva de muy buen ver, atractivo rendimiento y agilidad sobre el motor bicilíndrico en paralelo de 776 cc.

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Los de Hamamatsu se han sacado de la manga esta deportiva para el carnet A2 bajo el lema "el nuevo estándar del deporte". Suzuki, que ha sido de las más madrugadoras en el EICMA, pretende ofrecer un rendimiento accesible y máximo placer de pilotaje combinado con estilo deportivo.

A simple vista ya podemos intuir de dónde viene esta moto, una GSX-8S pero totalmente carenada. Bajo la misma base técnica, el chasis y el motor se empaquetan sin cambios.

Mientras la moto nace del mismo bastidor e incluso comparte el colín, el frontal ha sido revestido con un carenado de líneas similares que se extiende hasta el motor. Tampoco se han entusiasmado en añadir demasiados ornamentos, creando una supersport básica pero de aires deportivos, repite hasta el foco LED.

El corazón mecánico es obvio que sería el mismo, sin reajustes: 83 CV a 8.500 vueltas y 78 Nm a 6.800 rpm, ideal para un uso deportivo. Tendrá una versión limitable para el A2, y con un consumo homologado de apenas 4,2 litros a los 100 kilómetros.

Sí que cambia los manillares de tubo de aluminio por aluminio forjado, dividido en dos partes, y que apenas cambian la ergonomía de la moto.

Suzuki sí que ha decidido cambiar el proveedor de la parte ciclo. En suspensiones ya no opta por KYB, sino que han recurrido a Showa. La horquilla es invertida SFF-BP (Separate Function Fork - Big Piston), y no ajustable. En la zaga trasera solo hay ajuste de precarga, como en la GSX-8S, además de los 130 mm de recorrido en la parte delantera.

Nos presentan a una moto que pesa 205 kilogramos con todos los líquidos, 3 kg más que su hermana naked. Es 30 mm más alta (1.135 mm) y 5 mm más estrecha (770 mm). La ergonomía es prácticamente idéntica, con una distancai entre ejes calcada de 1.465 mm y una altura del asiento de 810 mm.

Es supersport, pero sin prescindir de nada. El paquete electrónico está al completo: ABS (obligatorio), sistema Ride-by-wire que acciona las válvulas de mariposa, control de tracción ajustable en tres niveles y cambio semiautomático con blipper.

Ya podemos intuir quién será la principal rival de esta moto: la Yamaha R7. Una comparación inevitable en la que sobre el papel, la Suzuki gana: más motor (776 cc frente a los 689 cc), más potencia (83 CV versus 73), aunque la Suzuki pesa más, concretamente 17 kilos. Los de Hamamatsu también están por delante en control de tracción y modos de conducción.

Falta confirmación del precio por parte de Suzuki España, pero debería estar algo por encima de los 7.999 euros que cuesta la GSX-8S.

Suzuki GSX-8R 2024 - Ficha técnica