Anoche no podía salir de mi asombro al ver las noticias. Resulta que Horst Seehofer, primer ministro bávaro y líder del CSU, partido que forma gobierno en coalición en Baviera, ha lanzado un ultimátum advirtiendo que no habrá ningún tipo de acuerdo en las próximas elecciones si entre las propuestas no aparece una nueva ley que pretende cobrar peaje a los extranjeros que quieran utilizar las autobahn, esas famosas autopistas donde dependiendo de sus características y del tiempo no hay límite de velocidad.
La reacción no se ha hecho esperar y desde los distintos frentes políticos han acusado al CSU de populista y de querer convertir las autopistas en tramos de pago. Que reclame el peaje sólo para los extranjeros es sólo una forma de atraer el voto de la población más conservadora en las próximas elecciones (22 de septiembre). Pero, sabiendo el peso e influencia de Baviera en Alemania, ¿qué posibilidades hay de que la propuesta llegue a hacerse realidad?
Lo cierto es que en menos de 24 horas periodistas y políticos no han tardado en recordar que se trataría de una medida tremendamente discriminatoria que la Unión Europea no debería aceptar bajo ningún concepto. Además Seehofer y su partido no han encontrado apoyo para realizar tal empresa, se habla incluso de discrepancias dentro del propio partido.
Por otra parte, una medida de este corte podría ser el inicio de un estúpido juego discriminatorio con el que entretener a la población. Ya me puedo imaginar a ciertos políticos alzando la voz y pidiendo su propia medicina para los turistas extranjeros en España… aunque bueno, en nuestras tierras ya cobramos peaje a todo el mundo, especialmente en la costa.
Vía | Süddeutsche Foto vía | MCN