Fidelidad a una marca, o moto, no es ser mejor conductor

Fidelidad a una marca, o moto, no es ser mejor conductor
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Últimamente he leído, y oído, algunos comentarios que me han dejado pensativo y ojiplático. En concreto estos comentarios iban en la dirección de que esas personas sólo montaban en sus motos, de una marca en concreto, algunos incluso llegaban a despreciar al resto de las motos. Un servidor, que en esto de subirse a una moto, tiene pocos escrúpulos, no puedo dejar de sorprenderme por esta malentendida fidelidad.

Sobre todo, porque hay una máxima que dice que si siempre conduces el mismo vehículo, al final ni te das cuenta de los posibles problemas que vayan apareciendo en él. A ver si soy capaz de explicarme sin irme mucho por las ramas.

Hace unos años, meses, o incluso días, que conseguiste el carné que te permite conducir motos. Desde entonces has conducido tu moto y a la vez has ido aprendiendo qué hacer cuando te encuentras con situaciones que te contaron en la autoescuela en su momento, pero que si no las has vivido en primera persona de poco vale que te lo hayan contado. Lo que pasa es que muchos se limitan a repetir día tras día el mismo recorrido y esto puede llegar a convertirse en un problema.

Problema, porque la moto irá deteriorándose conforme haga kilómetros, la mecánica no es eterna. Los neumáticos se desgastan, o simplemente se desinflan, las suspensiones se van deteriorando con el uso. La cadena se destensa, los frenos se desgastan. Así, si este usuario no hace un mantenimiento adecuado, que va más allá de acudir puntualmente al taller oficial a pasar las revisiones, su conducción va adaptándose a esas deficiencias. Con lo peligroso que esto puede llegar a ser.

Tampoco es plan de que estés obsesionado con el mantenimiento de tu moto. Pero algo tan sencillo como subirse en otra moto te puede servir muy bien para apreciar si algo no va bien en la tuya. Desde luego si puedes participar en algún cursillo, tras conseguir tu carné de conducir y haga el tiempo que haga de esto, la opción es perfecta para aprender más cosas sobre cómo ser mejor conductor.

La experiencia de probar otras motos puede enriquecer tu conducción, pero no hace falta ser probador profesional
Volviendo a lo de subirse en otras motos, tampoco se trata de ser un probador profesional, de esos que quedan muy pocos, sino tener las referencias suficientes para apreciar las diferencias con nuestra propia moto. Si varías con cierta frecuencia de moto te acostumbrarás a revisar la posición de los espejos y las manetas cada vez que te subas en una moto. Te permitirá apreciar diferentes tactos del embrague, la mordida de los frenos o si aquellos neumáticos, que tanto alababan tus amigos, no te dan la confianza que pensabas.

Lo mismo vale para aquellos que sólo conducen con sol y/o buen tiempo. ¿Qué pasa si un día te pilla la lluvia lejos de casa y no puedes parar hasta que pase la tormenta? Hay que conocer la respuesta de nuestra moto con suelo mojado, con gravilla o tierra. Cómo se puede dosificar la adherencia y la potencia que se aplica a la carretera en malas condiciones. Y esto sólo se consigue recorriendo muchos kilómetros, por diferentes tipos de carreteras y en cualquier condición meteorológica.

Así que ya sabes, si presumes de que sólo te subes en una determinada moto, de una determinada marca, a lo mejor tendrías que pensar en serle menos fiel a ella y puede que así mejores tu conducción.

Foto vía Flickr | Quinn Dombrowsky

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