Sabíamos que el actor Keanu Reeves es un auténtico fanático del mundo de las dos ruedas. No solo por su visión y división empresarial ARCH Motorcycles, sino también por el amplio garaje que tiene.
En su tiempo libre uno de los hobbies favoritos del actor es montar en moto. Quienes anden metidos en este mundo de las dos ruedas bien saben que no es un vicio precisamente barato... Pues a falta de una, Reeves tiene en su garaje unas cuantas motos peculiares, sin distinción entre japonesas, italianas o americanas.
Reeves suele venir a España a rodar: Jerez, Cheste... Y siempre en superbike
Le hemos visto montado en moto en múltiples ocasiones. Que en su papel como John Wick 3 apareciese subido en alguna máquina no es casualidad. Tampoco la Ducati 998 con la que apareció en Matrix. El americano tiene buen gusto, pero además de la acción que dan a sus filmes, Reeves es un auténtico fanático de las motos en su tiempo libre.
La culpa de que se metiese en esto de las motos fue una película. Ya aprendió a montar de mayor, cuando en los años '80 tuvo que viajar hasta Alemania para practicar con ellas en Múnich antes de rodar una película. Dice que allí le picó el gusanillo, y el resto es historia, tal y como dijo a Clarín.
"Montar una moto es realmente un gran lugar para pensar, para sentir, para escapar. Cuando no estoy en moto, paso por el síndrome de abstinencia, no es bueno para mi salud", dice el cachondo de Reeves.
A Keanu le hemos visto en algún que otro Gran Premio de MotoGP, e incluso es fanático de las tandas en circuito. En septiembre del 2022 incluso estuvo unos días rodando en el circuito de Jerez; también ha pasado por Cheste para pilotar junto a Nico Terol o incluso en el mítico trazado de Laguna Seca. A sus 58 años está en plena forma, y cómo tumba.
Desde su viaje a Munich en los '80 le ha pillado el gusto a rodar. Tanto que incluso creó su propia marca de motos: ARCH Motorcycles. Se sale de la tangente del resto de fábricas y crea motos personalizadas para sus clientes. Todo sucedió después de que Keanu contratase al preparador Gard Hollinger para preparar una Harley-Davidson; le gustó y le fichó como su socio para llevar al resto del mundo sus preparaciones en Los Ángeles, donde vive.
Una que no falta en su garaje es cosecha propia. La ARCH 1S es una moto que llegó a finales del año pasado, una cruiser deportiva con un V-twin de 2032 cc que cuesta la friolera de 131.000 euros. 255 kg de peso en seco, basculante monobrazo, manejo agresivo... Y 124 CV con 165 Nm de torque a la rueda trasera.
En su garaje no faltan modelos de lo más exclusivos, y muy circuiteros pero clásicos al mismo tiempo. Con mimo guarda una réplica de la Ducati 998 de color verde oscuro que utilizó en 'Matrix Reloaded'. Dice que es una de sus mejores motos, la joya de la corona. En esa película el actor saltó a la fama mundial.
Como nota curiosa, en la película The Matrix Reloaded, se veía una 996 verde pilotada por Trinity. Como la película fue estrenada en el año 2003 y la producción de este modelo había cesado, Ducati decidió sacar una serie limitada de este modelo pintado en verde pero usando como base la nueva 998.
Las motos italianas tienen un hueco especial en el corazón de Reeves. Por eso tiene una Aprilia RSV4 1000, una moto derivada de MotoGP. ¿Hay algo más R? La misma que hasta Aleix Espargaró tiene en su garaje. 208 kg, 217 CV, versión Factory... Es la superbike más potente y ligera del catálogo de Noale.
Y siguiendo con las deportivas, a Reeves le van las japonesas. Empezando por una de las más atrevidas, una Kawasaki ZX-10R que deriva directamente de la moto que se utiliza en el WSBK. A Reeves le va lo de tocar rodilla con esta moto de cuatro cilindros en línea y 998 cc, 203 CV a 13.200 rpm y 114.9 Nm a 11.400 rpm. Con ella se suele recorrer algunos circuitos americanos, como el de la Baja California o Laguna Seca.
Y sin salir del grupo de las Big Four, en su haber tiene una Yamaha, el buque insignia de la fábrica de los diapasones. Reeves tiene a la competencia japonesa en casa con esta moto de 997 cc y 200 CV. Y no tiene una cualquiera, sino que es una Yamaha R1M.
Amigo de lo exclusivo, Keanu también tiene motos que no son superbikes como la Norton Commando. La clásica Norton Commando 750 es una de sus joyas particulares con la que suele salir a hacer recados (literalmente).
Su buen gusto por lo clásico le llevó a hacerse con esta moto cuya marca ha pasado por todo tipo de altibajos. La moto dispone de un bicilíndrico en paralelo de 745 cc que ofrece 58 CV a 6.800 revoluciones por minuto. Un éxito comercial en el que tiene mucho que ver el ex-ingeniero de Rolls-Royce que la diseñó. Más que la velocidad, a Reeves le gusta compatibilizarla con buen gusto.
Y si hablamos de exclusivas, la Vyrus 987 C3 V4. Tan rara como única en sus días. En su momento (2009) fue una moto que gozó de la mejor relación peso/potencia del mercado, prácticamente como una MotoGP. Vino en tres versiones: una de 170 CV y 163 kg, otra de 184 CV y 158 kg y la más top, la de Keanu: 211 CV para 154 kg.