Estos cinco antirrobos eran infalibles. En la práctica roban la moto con todos

Estos cinco antirrobos eran infalibles. En la práctica roban la moto con todos
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Las motos son un caramelo para los ladrones. Consecuencia de ello, los dueños intentan proteger a toda costa su propiedad con todo tipo de antirrobos: cadenas, candados cementados... Pero ninguno de ellos es infalible al 100 %, y nunca lo será.

Hoy tenemos la prueba de ello. En un vídeo, el canal Bikes and Beards se propone enseñarnos lo que tarda un ladrón en robar una Suzuki GSX-R600 con los cinco principales métodos de seguridad, y a pie de calle. Te hacemos spoiler: ninguno acabará previniendo de que se la lleven tu moto con las herramientas necesarias.

Antirrobo de maneta: un par de minutos

El antirrobo de maneta es la opción más económica, y la ma´s fácil de burlar. Estas pinzas van colocadas entre la maneta izquierda de la moto que actúa como freno y el puño del acelerador. Su utilidad se reduce a segundos; no hace falta forzar demasiado, ni siquiera hacer un ruido. Con un destornillador de estrella será suficiente.

Se puede ver cómo nuestro protagonista se acerca, destornillador en mano, y hace un par de desaprietes para desatornillar la maneta del freno delantero derecho. Una vez hecho, la maneta coge cierta holgura y en menos de dos minutos, sin hacer nada de ruido, se puede llevar la moto.

Pinza o abrazadera: cinco minutos

No es la mejor medida de seguridad pero sí una de las más caras. Las pinzas antirrobo van colocadas en la llanta en forma de pinza. El sistema es idéntico al que se utiliza para inmovilizar los coches, pero adaptado para las motos. Están fabricadas en acero endurecido y dependiendo del precio, serán más o menos resistentes.

Primero lo intenta con una sierra eléctrica, que no parece funcionarle demasiado bien. Lo único que consigue es doblar los dientes de la sierra, así que prefiere sacar de la mochila una radial con disco. En un par de minutos consigue cortar la pinza por la mitad y llevarse la moto en marcha.

Antirrobo de disco más cadena: cinco minutos y medio

Otro de los antirrobos más extendidos es el disco antirrobo. Va colocado en el disco de freno bloqueando el movimiento de la rueda, y cuando nota movimiento en la moto, se activa la alarma con un pitido estresante. En el vídeo lo utiliza junto con una cadena de acero cementado. Una combinación de lo más habitual por los dueños que quieren proteger su moto.

Pues a riesgo de parecer una combinación impenetrable, va el supuesto ladrón y se zafa de los dos métodos en cinco minutos y medio. La cadena es la que más trabajo le dio: primero lo intentó con una cizalla, y falló; solo le hizo un par de rasguños a la cadena. Así que sacó de nuevo la radial, y en tan solo tres minutos se deshizo de ella sin complicaciones.

Para el candado con alarma lo único que necesitó fueron 30 segundos para cortar el acero que bloquea el disco con una sierra eléctrica. Dicho y hecho: 5 minutos y 30 segundos tardó en total para llevarse la moto a pie.

Antirrobo de horquilla: el más duro, ¡media hora!

La medida que más quebraderos de cabeza le ha traído fue un antirrobo de horquilla. Son tan eficientes como seguros, pero no irrompibles. Suelen estar acompañados de una alarma y están fabricados en acero endurecido de más de 20 mm y recubiertos con boro, lo que dificulta enormemente que se rompan.

El resultado lo puedes ver arriba: al tipo le lleva casi media hora zafarse de él, y con herramientas portátiles es prácticamente imposible porque el material aguanta más que la propia batería. Primero lo intenta con una radial, y parece funcionar porque va penetrando poco a poco en el acero. Intenta seguir con la sierra portátil, pero no consigue avanzar y hasta dobla los dientes de ella.

Parece que lo único que funciona es la radial, así que tiene que utilizar hasta ocho discos hasta que consigue partirlo. 30 minutos, un generador de electricidad y hasta una radial de mayor tamaño le hicieron falta para poder romperlo del todo. Definitivamente, la solución más factible.

Otros consejos para proteger tu moto

Dicen que el mejor antirrobo es un buen seguro. No es una medida de seguridad, sino más bien una de impacto. Si ya te la han robado, lo único que puedes hacer es lamentarte. A menos que hayas contratado un buen seguro antirrobo para tu moto. Las compañías ofrecen diversas pólizas a las que hay que prestar mucha atención. No es lo mismo que un seguro te ofrezca en su póliza el valor de mercado que el valor venal, y dependiendo de los años que tenga tu moto.

Los garajes privados son una mejor opción ya que la moto siempre está cubierta y no a la vista del ladrón. Lo conveniente es tener cámaras de seguridad apuntando hacia la entrada/salida.

Un localizador o sistema GPS escondido en alguna parte de la moto. Existen multitud de opciones, incluso el Apple AirTag. Ponerlo bajo el asiento o alguna parte cubierta que te permita localizar la moto con tu teléfono móvil en el caso de que se la lleven.

No guardes la documentación en la propia moto. Si se la llevan, tendrán los papeles y te será más difícil formalizar la denuncia.

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